Donald Trump desafió a la inteligencia rusa el miércoles a rastrear los correos electrónicos de su rival demócrata Hillary Clinton, aunque negó tener lazos con Moscú y rechazó las insinuaciones de que Rusia está influenciando la campaña a favor del candidato republicano.

“No tengo nada que ver con Rusia”, dijo Trump en una conferencia de prensa en Miami. El presidente ruso Vladimir Putin “dijo una cosa agradable de mí, dijo que soy un genio, pero nunca lo conocí”.

Trump respondía así a las acusaciones de que Rusia está detrás de una filtración el viernes de miles de correos electrónicos que puso en apuros al Partido Demócrata.

Según el magnate neoyorquino, su única vinculación con Rusia ocurrió cuando vendió una casa por 100 millones de dólares a un ruso en Palm Beach, Florida.

Trump también arremetió contra un escándalo sobre el uso que dio Clinton a sus correos electrónicos en los tiempos en que fue secretaria de Estado y mencionó los más de 30.000 correos electrónicos que la candidata borró, supuestamente porque eran personales y no estaban vinculados a su trabajo como jefa de la diplomacia.

Les diré esto, Rusia, si estás escuchando: espero que seas capaz de hallar los 30.000 emails que están perdidos. Probablemente serán generosamente recompensados por la prensa”, dijo Trump.

La campaña de Clinton respondió airadamente, acusando a Trump de alentar el espionaje internacional.

“Esta debe ser la primera vez que un importante candidato ha alentado activamente a un poder extranjero para que cometa espionaje contra su rival político”, escribió en un comunicado Jake Sullivan, un alto asesor de Clinton.

“Esto ya pasó de ser un asunto curioso y un asunto político, a ser un problema de seguridad nacional”.

El FBI investigó el caso de los emails de Clinton y concluyó a principios de mes que ella había sido “extremadamente descuidada” en su uso del material clasificado, pero no recomendó su imputación.