El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, expresó su deseo de que se minimice el impacto del “brexit”, mientras los responsables del Consejo y la Comisión Europea, Donald Tusk y Jean-Claude Juncker, esperan que la marcha del Reino Unido quede como un “incidente” y no abra un proceso.

“Nadie está interesado en unas negociaciones conflictivas y prolongadas. Todo el mundo está interesado en minimizar los problemas” al respecto, dijo Obama en una declaración a la prensa en Varsovia tras reunirse con Tusk y con Juncker.

Los tres políticos celebraron un encuentro en los márgenes de la cumbre de la OTAN en Varsovia, para destacar la unidad transatlántica y abordar la cooperación en diversas áreas, que estuvo marcado principalmente por las posibles consecuencias del voto de la mayoría de los británicos a favor de que su país abandone la Unión Europea (UE).

Obama manifestó su confianza en que la UE y Londres emprendan de forma “fluida” y “pragmática” la transición hacia el divorcio y lamentó que algunos hayan sugerido que el “brexit” está “desmoronando” la seguridad y prosperidad en Europa.

El mandatario estadounidense, que antes del referendo británico del pasado 23 de junio se había posicionado como un firme defensor de un Reino Unido dentro de la UE, dejó clara la necesidad de hacer algunos cambios en la Unión Europea a la luz de esa decisión.

“En ambos lados del Atlántico, tenemos que hacer frente a las frustraciones y ansiedades económicas de muchos de nuestros ciudadanos, sentimientos que sin duda contribuyeron al voto del ‘brexit’, miedos de estar siendo olvidados (los ciudadanos) debido a la globalización y la integración económica”
, indicó Obama.

Instituciones “remotas”

En su opinión, “nuestros gobiernos, incluida la UE, no pueden ser instituciones remotas, tienen que poder responder y moverse más rápidamente, con una burocracia mínima, para generar avances económicos reales en las vidas de la gente común”.

Por su parte, Tusk reconoció que “las consecuencias geopolíticas del ‘brexit’ pueden ser muy graves”, pero pidió enviar “una fuerte señal a todo el mundo de que el ‘brexit’, por muy significativo que sea, es sólo un incidente y no el inicio de un proceso”.

Quiso destacar “alto y claro a todos los oponentes, de adentro y de fuera, que desean que el ‘brexit’ tenga una secuela, que no verán en la pantalla las palabras: ‘continuará”, aseveró.

Por ello, insistió en “mantener las relaciones más estrechas posibles entre la UE y el Reino Unido por el interés europeo y estadounidense”.

Juncker, por su lado, dijo que, “incluso después del referendo, la UE y el Reino Unido comparten una comunidad de intereses, no sólo en el sector militar y de defensa, sino en todos”.

“Pero si un país quiere tener total acceso al mercado único, es seguro que tiene que respetar las cuatro libertades básicas, incluida la de libertad de movimiento de trabajadores”, advirtió, en referencia a los pilares del mercado único comunitario: libre circulación de bienes, servicios, capitales y trabajadores.

Los tres interlocutores también abordaron las negociaciones del Tratado de Libre Comercio e Inversiones (TTIP), el cual Juncker aseguró que quieren “concluir antes del final de este año”.

Obama garantizó que, a pesar de los “cambios” en la UE (el Reino Unido es uno de los Estados miembros que más respaldan ese tratado, frente al rechazo entre la opinión pública de otros socios comunitarios), “seguirán buscando el TTIP para ayudar a sustentar el empleo y el crecimiento” general y “reforzar una relación transatlántica mayor”.

El presidente estadounidense recalcó la importancia de las inversiones públicas en infraestructura, educación y seguridad para estimular el crecimiento y ayudar a reducir la desigualdad y el desempleo, en especial de los jóvenes europeos.

Indicó asimismo que seguirán trabajando por proveerse “mutuamente de información para frenar el flujo de combatientes terroristas extranjeros”.

Ante “desafíos globales” como la inmigración, Obama elogió la “generosidad y compasión” de la UE con los refugiados huidos a Europa y confió en que la Unión tenga un “papel principal” en la cumbre sobre este asunto que se celebrará en otoño, en paralelo a la Asamblea General de la ONU, en la que, dijo, “buscaremos garantizar nuevas contribuciones”.

“No hay libertad en Europa sin solidaridad atlántica”, consideró Tusk, quien puntualizó que “no hay alternativa buena” a esa cooperación.