China va a acelerar el crecimiento de su presupuesto militar en 2018, según anunció Pekín al iniciarse un gran cónclave del régimen comunista que permitirá al presidente Xi Jinping permanecer en el poder el tiempo que quiera.

Jinping, que prometió a sus compatriotas un Ejército de “clase mundial” en 2050, logrará en la sesión plenaria anual del Parlamento, iniciada este lunes, que se abrogue la limitación a dos mandatos presidenciales, con lo que podría seguir en el poder después de 2023.

El presupuesto militar chino, segundo del mundo detrás del de Estados Unidos, aumentará 8,1%, más que el año anterior, que vio un aumento del 7%, para modernizar las Fuerzas Armadas, según anunció el primer ministro, Li Keqiang.

Este año, en tanto, el presupuesto será de 1,1 billones de yuanes, cerca de 175.000 millones de dólares; indicó Keqiang en un discurso ante los diputados.

China gastó en 2017 un total de 151.000 millones de dólares en su Ejército, según un informe del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS) de Londres.

Es cuatro veces menos que Estados Unidos, 603.000 millones de dólares; pero mucho más que Arabia Saudita, 77.000 millones; Rusia, 61.000 millones; India, 53.000 millones; Reino Unido, 51.000 millones; o Francia, 49.000 millones.

“No hay una hipermilitarización” de China, matizó James Char, experto del Ejército chino en la universidad tecnológica de Nanyang, en Singapur. Estos últimos años el índice de crecimiento de gastos militares “no es desproporcionado” y sigue el ritmo del PIB, agrega.

En esa línea, Keqiang desveló este lunes un objetivo de crecimiento económico para China de “alrededor 6,5%” para 2018, idéntico al del año pasado.

Objetivo Asia

China lleva a cabo desde hace 30 años un proceso de modernización de su Ejército para colmar su retraso ante las Fuerzas Armadas occidentales.

Su Ejército está poco presente en el escenario internacional: al margen de misiones de mantenimiento de la paz de la ONU, sólo tiene 240 hombres en la única base militar que de momento tiene abierta en el extranjero -en 2017 en Yibuti- y su patrulla marina en el Golfo de Adén en misiones de escolta contra la piratería, según el IISS.

En comparación, Estados Unidos tiene 200.000 militares desplegados en unos 40 países y Francia unos 10.000 en una decena de naciones, especialmente africanas.

“China moderniza sus fuerzas armadas con una perspectiva regional. No quiere suplantar la dominación estadounidense que tiene un rol de gendarme del mundo”, destacó Juliette Genevaz, del Instituto de investigación estratégica de la Escuela Militar de País.

En Asia, China sí es intransigente sobre los territorios que considera forman parte de su soberanía histórica: la isla de Taiwán, las islas Senkaku-Diaoyu -disputadas con Japón-, algunos territorios fronterizos con India e islotes en el mar de China meridional, donde Vietnam, Filipinas y Malaisia tienen aspiraciones rivales.

Este lunes, Keqiang advirtió asimismo al Gobierno de Taiwán, cuyo control Pekín perdió en 1949, que China no toleraría “jamás una tentativa o acción separatista”.

“Xi Jinping tiene entre sus proyectos reunificar Taiwán de una forma u otra antes de abandonar el poder”, sostuvo Jean-Pierre Cabestan, politólogo en la universidad bautista de Hong Kong.