Los equipos de socorro intentaron acceder este miércoles a las zonas más remotas de Bangladés tras registrarse los “peores deslizamientos de tierra de su historia” a causa del monzón, que han provocado la muerte de al menos 152 personas y decenas de desaparecidos.

Este balance probablemente aumentará puesto que muchas zonas se mantienen, al cierre de esta edición, aisladas. No obstante, ya pueden ser considerados los “peores deslizamientos de tierra de la historia del país”, estimó el director de Gestión de catástrofes, Reaz Ahmed.

Desde la madrugada del martes, los aludes de barro y piedras provocados por las lluvias torrenciales sepultaron centenares de viviendas en los flancos de las colinas ubicadas en el sureste del país.

“Mucha gente nos ha llamado desde varios lugares para informarnos que había gente sepultada. Pero no contamos con hombres suficientes para enviar”, declaró el jefe de Bomberos del distrito de Rangamati, Didarul Alam, la zona más afectada en la frontera con India.

Difícil rescate de cadáveres

“No logramos llegar a ciertos lugares muy apartados a causa de la lluvia. Incluso, en algunos a los que pudimos acceder no logramos extraer todos los cuerpos”, agregó.

Con los servicios de auxilio limitados a las ciudades, los damnificados en muchas aldeas aisladas intentaban limpiar la masa de lodo a golpe de pala, según imágenes de la televisión. Desde la gran ciudad costera de Chittagong fueron destacados 60 bomberos al lugar.

La extracción de cadáveres se revela complicada a causa de lo blando del terreno y la persistente lluvia.

“Los cuerpos están cubiertos por una capa de barro de entre 1 metro y 1,5 m de grosor. Bombeamos agua a presión para tratar de quitar el lodo”, describió Alam respecto a la recuperación de seis cadáveres, este miércoles.

Testimonios

Una sobreviviente relató cómo su familia se resguardó en la casa de un vecino tras desplomarse la suya, pero un segundo alud los sepultó.

“Otras varias familias se refugiaron allí, pero justo después del amanecer una parte de la colina cayó sobre la casa. Seis personas están desaparecidas”, contó desde el hospital, Khatiza Begum, a un medio local en línea.

El martes de mañana, la aldeana Khodeza Begum dijo que “vi un enorme alud de barro deslizarse por la colina. Inmediatamente, saqué a mis parientes de sus casas. Sobrevivimos por muy poco”. Su casa quedó sepultada, y en su comuna once personas perecieron, añadió.

En Rangamati, la región más afectada, 104 personas murieron y otras 200 resultaron heridas, algunas de gravedad, indicó el jefe del distrito, Manzurul Mannan.

Este balance, provisorio al cierre de esta edición, se revela más mortífero que los deslizamientos de tierra ocurridos en 2007, que mataron a 127 personas en Chittagong: todos los años el sur de Asia sufre este tipo de catástrofes a causa del monzón.

Monzón

La ampliación del hábitat humano (además de los riesgos naturales), la deforestación y cambios provocados en el terreno acentúan la peligrosidad del monzón, según expertos.

El profesor de Ciencias del Medio Ambiente en la universidad de Daca, S.M.A. Fayez, explicó que “es un retroceso. Estos actos anormales aumentan los desastres y los vuelven más mortíferos”.

Las fuertes precipitaciones se produjeron dos semanas después del paso del ciclón Mora por Bangladés que mató a ocho personas y dañó miles de viviendas.

Además, más de 200 personas murieron el mes pasado en Sri Lanka en las peores inundaciones sufridas en más de una década en esta isla del océano Índico.