La policía de Malasia quiere interrogar a un diplomático norcoreano al que considera sospechoso de haber participado en el asesinato del hermanastro del líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, la semana pasada en Kuala Lumpur.

Cinco norcoreanos son sospechosos de estar implicados en la muerte de Kim Jong-Nam, que habría sido envenenado, y la policía desea interrogar además a otros tres.

Entre ellos figuran el segundo secretario de la embajada de Corea del Norte en Kuala Lumpur, Hyon Kwang Song, y un empleado de una compañía aérea norcoreana, Kim Uk Il, declaró a la prensa el jefe de la policía nacional, Khalid Abu Bakar.

“Hemos escrito al embajador para obtener la autorización de interrogar a ambos. Esperamos que la embajada norcoreana va a cooperar (…) Si no es así, los obligaremos a acudir a nuestras dependencias”, advirtió Khalid.

Kim Jong-nam, de 45 años, fue atacado el lunes en el aeropuerto de Kuala Lumpur por dos mujeres que supuestamente le rociaron la cara con líquido cuando se disponía a embarcar para Macao. Falleció poco después mientras era trasladado al hospital.

Los cinco sospechosos norcoreanos –cuatro huyeron de Malasia hacia Pyongyang el mismo día– están “muy implicados” en el asesinato, dijo Khalid. El quinto está detenido de forma provisional en Malasia.

Desde el principio de este caso, digno de una novela de espionaje, ha habido una escalada de tensiones en las relaciones bilaterales entre Malasia y Corea del Norte. Por su lado, Corea del Sur acusó a su vecino del Norte y denunció la existencia de una “orden permanente” del dictador Kim Jong-Un para eliminar a su hermanastro, muy crítico con el cerrado régimen comunista de Pyongyang.

Entrenadas para matar

El lunes pasado, Kim Jong-Nam se encontraba en uno de las terminales del aeropuerto principal de Kuala Lumpur, preparándose para viajar a Macao.

Se le acercaron dos mujeres, una de las cuales lo sujeta por detrás y al parecer lo rocía con un líquido venenoso, según la policía e imágenes de videocámaras.

Jong-Nam se dirige luego al personal del aeropuerto, haciendo gestos hacia su rostro en un aparente esfuerzo por explicar lo sucedido. Sufre luego un ataque y es conducido a un hospital, pero muere antes de llegar.

La policía descarta afirmaciones según las cuales las mujeres habrían sido engañadas y creyeron que participaban en un juego televisado de “cámara oculta”.

“Sí, por supuesto que sabían” que llevaban a cabo un ataque con veneno, dijo Khalid Abu Bakar.

“La mujer que se aleja hacia los baños con las manos hacia adelante, era perfectamente consciente de que era tóxico y que debía lavarse las manos”, agregó.

Las dos sospechosas detenidas, la vietnamita Doan Thi Huong, de 28 años, y la indonesia Siti Aishah, de 25, habían sido entrenadas para el ataque y repitieron el ejercicio en el aeropuerto antes del ataque, según la policía.

Khalid dijo que la embajada de Corea del Norte tenía el deber de ayudarlos.

Pero el embajador norcoreano Kang Chol, pidió en cambio a Malasia que ponga en libertad a las dos mujeres, igual que al sospechoso norcoreano.

Deberían liberar inmediatamente a las dos mujeres de Vietnam e Indonesia, así como al ciudadano de la RPDC” (República popular democrática de Corea) indicó el embajador en un comunicado, sin hablar del diplomático que la policía desea interrogar.

Kang Chol ya ha recusado la investigación policial afirmando que tenía móviles políticos y que Malasia complotó con Corea del Sur desde el comienzo para perjudicar a Corea del Norte.

El asesinado Kim Jong-nam fue considerado un tiempo como el sucesor del régimen norcoreano.

Pero en 2001, fue detenido en el aeropuerto de Tokio con un pasaporte falso de la República Dominicana. Afirmó que quería visitar el parque de atracciones de Disneylandia.

Desde entonces vivió exiliado con su familia en Macao, Singapur o China. Cuando su hermanastro llegó al poder, en 2011, expresó sus dudas sobre las capacidades de Kim Jong-Un para gobernar.