El enorme déficit comercial con China costó 3,4 millones de puestos de trabajo a Estados Unidos entre 2001 y 2015, según un informe publicado el martes por un instituto de análisis.

La dependencia de las importaciones chinas y las prácticas comerciales del gigante asiático también provocaron una caída del sector manufacturero en Estados Unidos, donde están casi tres cuartas partes del total de empleos perdidos debido a la brecha comercial, señaló el documento, elaborado por el Instituto de Política Económica (EPI).

El informe de este centro independiente de pensamiento se difunde en momentos en que el nuevo gobierno de Donald Trump intenta modificar las políticas comerciales, a las que responsabiliza de la pérdida de puestos de trabajo industriales en Estados Unidos en beneficio de países como China o México.

Peter Navarro, asesor económico de Trump, ha acusado repetidamente a Pekín de adoptar políticas comerciales que debilitan directamente la economía de Estados Unidos.

En el lanzamiento del informe, Leo Gerard, presidente del sindicato de trabajadores siderúrgicos, dijo a reporteros que Trump había sido apoyado por electores tradicionalmente pro-demócratas en zonas industrializadas del país.

“La razón de ese cambio es que este modelo de comercio” les ha sido negativo, por la deslocalización de industrias hacia “México, China, Corea del Sur, sobre todo China”, lo que ha repercutido en sus ingresos, dijo.

Entre 2001 y 2015, el déficit comercial de Estados Unidos con China se más que cuadruplicó, a 483.200 millones de dólares, según el informe.

Datos del Departamento de Trabajo muestran a su vez que el sector manufacturero de Estados Unidos es más pequeño que cuando el expresidente Barack Obama asumió el cargo en enero de 2009, en medio de la crisis financiera, pero ha añadido 800.000 puestos de trabajo desde febrero de 2010.

Los fabricantes de computadoras y de componentes electrónicos estuvieron entre quienes más sufrieron, al perder 1,2 millones de plazas de trabajo en el período considerado por el documento.

El grueso de los empleos manufactureros perdidos pertenecen a “sectores de alta tecnología y a las industrias muy intensivas en capital, que proporcionan muy buenos empleos con excelentes ingresos en ramas como el acero, las máquinas-herramientas y los aparatos electrónicos”, dijo el autor del informe, Robert Scott.