Kim Jong-Un, heredero de una dinastía que controla Corea del Norte desde los años 1950, celebró el domingo el Año Nuevo con un discurso de una media hora ampliamente dedicado a los programas balísticos de su país.

Afirmó que Corea del Norte estaba “en las últimas etapas” antes del disparo de un misil intercontinental capaz de alcanzar el territorio continental estadounidense.

“La población debe considerar la alocución del Año Nuevo de Kim Jong-Un como un ‘leitmotiv’ para la vida y la lucha”, declaró un responsable norcoreano durante la manifestación del jueves, según KCNA.

El lunes por la noche, a través de Twitter, el presidente electo estadounidense, Donald Trump, afirmó que jamás un misil norcoreano alcanzaría territorio de Estados Unidos.

Los analistas están divididos en cuanto a la capacidad real de Corea del Norte de dotarse de un arma nuclear, justamente porque nunca logró lanzar con éxito un misil balístico intercontinental.

Pero todos convienen en decir que Pyongyang logró enormes avances en esa dirección desde que Kim sucedió a su padre, Kim Jong-Il, que falleció en diciembre de 2011.