El enorme episodio de contaminación que asfixia desde hace seis días a gran parte del norte de China provocó el miércoles una gran polémica en la ciudad más afectada, cuyas autoridades tardaron en cerrar las escuelas.

Desde el viernes, una nube tóxica y grisácea cubre gran parte del país más poblado del planeta (1.300 millones de habitantes), afectando al menos a 460 millones de personas que viven en la gran región en torno a Pekín.

Shijiazhuang, capital de la provincia norteña de Hebei, decretó alerta roja el viernes así como en otras 20 ciudades. Este estatuto conlleva la puesta en marcha de medidas de urgencia, entre las que se encuentran el cierre de empresas contaminantes y la circulación en forma alternada.

Hebei, donde se encuentran numerosas industrias pesadas, suele ser acusada de causar la contaminación que golpea a Pekín ya que está situada a unos 300 km.

Aunque la ciudad de Shijiazhuang se ha visto afectada duramente por esta nube tóxica, la Oficina local de la Educación esperó hasta el martes por la noche para ordenar el cierre de las escuelas de enseñanza básica, una medida que ya tomaron las metrópolis vecinas de Pekín y Tianjin.

En cambio, las escuelas de Enseñanza Media no están obligadas a cerrar. Esto provocó indignación en redes sociales. “¿Los cuerpos de los estudiantes de instituto tienen purificadores de aire?”, se preguntaba con ironía un internauta. “¿Esperarán a que estemos enfermos para resolverlo?”, decía otro.

La agencia oficial Xinhua publicó por su parte un comentario denunciando la “falta al deber” de los responsables municipales.

Máxima contaminación registrada

Los registros de contaminación se dispararon el lunes en Shijiazhuang. La concentración de partículas de 2,5 micrones de diámetro (PM 2,5), muy peligrosas, superó los 1.000 microgramos por metro cúbico, según Xinhua.

Un índice tan elevado que hizo que los captores quedaran bloqueados en la máxima cifra que podían registrar: 999.

La Organización Mundial de la Saluld (OMS) aconseja un nivel máximo de 25 microgramos por metro cúbico durante una exposición de 24 horas.