El banquero británico Rurik Jutting fue condenado este martes a cadena perpetua por el asesinato de dos jóvenes indonesias en un apartamento de Hong Kong, un crimen por el que pidió perdón a las familias de las víctimas.

El ex corredor de bolsa de 31 años, que trabajaba para Bank of America Merrill Lynch, se había declarado no culpable del cargo de asesinato. Reconocía dos homicidios involuntarios.

Sumarti Ningsih, de 23 años, y Seneng Mujiasih, de 26, aparecieron muertas el 1º de noviembre de 2014 en el apartamento de este diplomado por Cambridge, en un edificio residencial de Wanchai.

“Es probablemente uno de los casos de asesinato más horribles de los que han sido juzgados en Hong Kong”, estimó el juez Michael Stuart-Moore.

El comportamiento de Jutting es de una “repugnancia extrema”, “supera el entendimiento de la gente normal. Va a pasar su vida en la cárcel”, dijo.

Después de diez días de juicio, el jurado lo declaró culpable por unanimidad del asesinato de las dos jóvenes.

En una carta leída ante la Alta Corte por su abogado Tim Owen después del veredicto, el excorredor de bolsa pidió perdón. “Mis actos en relación con la muerte de Ningsih y Mujiasih, mis acciones previas a su muerte, fueron atroces”. Afirma estar “atormentado” y añade: Soy “consciente del dolor exacerbado que causé a sus seres queridos”, “lo siento, lo siento más allá de lo que se pueda expresar en palabras”.

Según la acusación, Sumarti Ningsih fue torturada durante tres días antes de ser asesinada en la ducha con un cuchillo de sierra.

Durante el juicio, el jurado vio imágenes abominables de las torturas grabadas por el acusado con su teléfono móvil. La policía encontró su cuerpo dentro de una maleta en el balcón de Jutting. Antes había hallado en el salón a Mujiasih, degollada.

Rurik Jutting había propuesto a las jóvenes mantener relaciones sexuales a cambio de dinero.

La defensa alegaba trastornos de la personalidad narcisistas y sádicos, agravados por una adicción a la cocaína y al alcohol.