Los líderes del G20 se reúnen de nuevo este lunes en China, en el segundo y último día de la cumbre de Hangzhou, con el débil crecimiento económico mundial y el conflicto en Siria como principales preocupaciones.

Las esperanzas de las últimas horas sobre un acuerdo entre Rusia y Estados Unidos sobre el conflicto se diluyeron el lunes.

Un diplomático estadounidense afirmó que sigue habiendo “diferencias persistentes” entre ambas potencias a pesar de dos reuniones en las últimas horas en la ciudad china entre el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, y su homólogo ruso, Serguei Lavrov.

Durante la jornada del domingo, se esperaba un acuerdo sobre el conflicto para, entre otras medidas, llevar ayuda humanitaria a la ciudad de Alepo, una de las más castigadas por el conflicto.

Pero Washington acusó a Moscú de haber dado “marcha atrás” en algunos puntos de las negociaciones, haciendo imposible un acuerdo.

Este lunes el presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo estadounidense, Barack Obama, tuvieron una reunión informal.

Estados Unidos y Rusia, que llevan a cabo ataques aéreos en Siria contra los yihadistas pero cada uno por separado, están en desacuerdo sobre el futuro del presidente Bashar al Asad, que continúa atacando a la oposición siria con el apoyo de Rusia.

La guerra en Siria, que desde 2011 ha dejado más de 290.000 muertos, ha obligado a millones de personas a huir y también ha llevado a miles de refugiados a Europa.

El de Siria no es el único conflicto que se han inmiscuido en la cumbre. También preocupa el lanzamiento este lunes por parte de Corea del Norte de tres misiles balísticos desde su costa este, una nueva provocación del régimen comunista a pesar de las sanciones internacionales.

También hay tensiones entre China y Estados Unidos por las reivindicaciones de Pekín en el mar de China Meridional, donde el gigante asiático construye infraestructuras en arrecifes e islotes que considera suyos pero que le disputan los países vecinos.

El G20 reúne a las 19 principales economías mundiales (industrializadas y emergentes) más la Unión Europea, un foro que representa el 85% del PIB mundial y dos tercios de la población del planeta.

Muros y barreras comerciales

Un alto diplomático europeo ya anunció que el comunicado final de la cumbre se referirá a la necesidad de “compartir responsabilidades” en la acogida de los refugiados así como a la cuestión del ‘dumping’.

El tema preocupa a Europa y Estados Unidos, en particular la cuestión del acero chino, que lo vende a precios a muy bajos en detrimento de los productores locales.

China se ha comprometido a abordar esta cuestión, indicó la fuente.

Aunque se espera que la declaración final reafirme la unidad para defender el comercio y relanzar el crecimiento, nunca como hasta ahora los países del foro habían adoptado tantas medidas proteccionistas.

Desde 2008-2009, el crecimiento de los intercambios comerciales está estancado por debajo del 3%, frente al 7% de las últimas dos décadas.

Las dificultadas para cerrar un gran acuerdo comercial entre Europa y Estados Unidos (TTIP) son un ejemplo de estas reticencias. El tratado ha sido criticado tanto por los aspirantes a la Casa Blanca (el republicano Donald Turmp y la demócrata Hillary Clinton) como por países europeos como Alemania y Francia.

“La mundialización no tiene connotaciones positivas, también implica grandes desigualdades (…) La lucha contra las desigualdades es un tema importante para que el crecimiento y la justicia social vayan juntas”, reconoció en Hangzhou la canciller alemana Angela Merkel, preocupada también por el auge en su país del partido de ultraderecha AfD.

En la misma línea se expresó el primer ministro canadiense Justin Trudeau, cuyo país está negociando con muchas dificultades un tratado de libre comercio con la UE (Ceta).

El premier canadiense advirtió del riesgo de poner barreras y no sólo comerciales, en una alusión velada al muro que quiere construir Donald Trump en la frontera con México

“El aislamiento, la construcción de muros o el hecho de encerrarnos en nosotros mismos no crean ni oportunidades, ni crecimiento, ni beneficios por la clase media”, dijo en una des sus intervenciones.