Este miércoles a las 14:00 horas, los magistrados del Supremo Tribunal Federal (STF) deberán decidir si el expresidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, puede recurrir en libertad a la sentencia de segunda instancia que lo condenó a 12 años de prisión por corrupción o si debe ingresar a prisión.

Si el recurso es aceptado, el caso podría extenderse durante años y Lula seguiría trabajando en su campaña electoral. Pero si es rechazado, el líder del Partido de los Trabajadores podría ser detenido a los 72 años de edad para cumplir una condena de 12 años y un mes de cárcel.

El denominado “juicio final” promete ser clave para el futuro de Brasil, pues Lula aparece como el favorito para las elecciones presidenciales de octubre, y prácticamente la única carta competitiva de la izquierda contra el ultra derechista, Jair Bolsonaro.

En todo caso, un fallo favorable para Lula durante esta jornada sólo alargaría la incógnita sobre su candidatura presidencial, pues la Justicia Electoral es la que debe pronunciarse al respecto.

La legislación brasileña prohíbe que una persona con una condena firme de segunda instancia -como es el caso de Lula- pueda postular a la presidencia, por lo que el exmandatario tiene pocas posibilidades de ser candidato.

Pese a este escenario desfavorable, Lula da Silva sigue siendo el favorito de las encuestas y su figura será clave en las elecciones presidenciales de Brasil, ya sea como candidato o sin serlo, como persona libre o como preso.

“Quiero que la corte suprema apenas haga justicia. No quiero ningún beneficio personal, solo quiero que haga justicia y señale qué crimen cometí”
- Lula da Silva

¿Qué significaría el arresto de Lula?

El historiador y académico de la Universidad de Sao Paulo, Lincoln Secco, sostiene que sería un golpe muy duro para Lula y para el Partido de los Trabajadores su posible detención, pero que aún así eso podría reforzar el mito del expresidente, pues otros mandatarios involucrados en casos de corrupción pudieron evitar la prisión.

“La primera consecuencia es simbólica, nunca un presidente de la República fue condenado por la justicia y arrestado. Otros expresidentes fueron acusados de crímenes mucho más graves (…)
¿Por qué sólo Lula es arrestado? Esta pregunta lleva a la base social lulista a considerar que el verdadero motivo de la prisión sería a causa de sus políticas sociales. Todo esto refuerza el mito”, explicó Secco.

Aunque en el sector más duro del PT no cause daños en la imagen de Lula una posible detención, sí lo causaría para el resto del espectro político y para los seguidores no tan incondicionales del antiguo líder sindical.

El socio de la consultora Center Group, profesor de la Universidad Paulista y analista internacional, Gustavo Segré, afirma que para el PT sería un golpe muy duro la detención de Lula, pues ha sido el gran emblema del partido.

“Lula es el único referente del PT con posibilidades de ganar las elecciones presidenciales. El PT sin Lula no sería el PT. Su detención sería la confirmación de un proceso corrupto instrumentado por Lula y los directivos del PT para perpetuarse en el poder”, sostiene.

El eventaul arresto del exgobernante brasileño no sólo significaría un daño para la imagen histórica del Partido de los Trabajadores, sino también para la política del gigante sudamericano, pues es el favorito para ser nuevamente presidente.

Efectos en la carrera presidencial

Lula es el gran favorito para ser presidente, de eso no hay dudas, pero su posible detención y la casi probable bloqueo por parte de la justicia electoral, al tener una condena de segunda instancia, cambiarían completamente el panorama.

Por una parte está la incógnita de cómo reaccionará el PT ante esta situación, aunque Segre advierte que el partido intentará hasta último momento -y buscará todas las instancias- para que Lula sea nuevamente presidente.

“Tiene hasta el 15 de agosto de 2018 para inscribir su candidatura y a partir de allí, el Ministerio Publico Electoral tendrá que pedir la impugnación de la candidatura, tema que será resuelto por el Tribunal Superior Electoral, que no tiene plazo para pronunciarse, por lo que puede resolver el tema luego de la primera vuelta o hasta después de la elección definitiva”, agrega Segré.

En la misma línea, el analista explica que en caso de que el expresidente no pueda ser candidato, el PT podría apoyar a una carta interna o buscar alianzas con otros partidos de izquierda o de la centro izquierda brasileña.

“El candidato propio sería Fernando Haddad, exalcalde de la Ciudad de San Pablo, que no tiene fuerza a nivel nacional, pero es una persona que no está tan vinculada a casos de corrupción. El otro camino sería apoyar a algún candidato de otro partido, puede ser del Partido Socialismo y Libertad, Partido Comunista de Brasil o específicamente a Ciro Gomes, exministro de Lula del Partido Democrático Laborista” sostiene Segré, recalcando que el PT “insistirá hasta el final” con Lula.

Incluso en algún momento, se ha sostenido que una fórmula entre Gomes como presidente y Haddad como vicepresidente, se podría presentar en octubre, con el objetivo de unir a la centroizquierda.

La ausencia de Lula tampoco garantiza que sus votos se traspasen a un candidato apoyado por el PT, pues podría derivar en una gran cantidad de nulos, abstinencia y algunos irse con el extremista de derecha, Jair Bolsonaro.

“La segunda consecuencia electoral es que los votos de Lula se puedan dividir, parte para el PT -obviamente- y una pequeña parte para Bolsonaro, el cual atrae un voto de protesta, por su discurso confuso, como todo discurso fascista. Mas las pesquisas indican que una gran parte va a anular los votos o no va a ir a votar”, indica Secco.

La irrupción de Jair Bolsonaro

Una salida de Lula de la carrera presidencial dejaría como favorito -según las encuestas- al polémico Jair Bolsonaro, un exmilitar y diputado de extrema derecha, que se presenta como un candidato anti élite y que combate a la corrupción, pese a que está siendo investigado por este tipo de delitos.

Bolsonaro marca en las encuestas entre un 16% a un 18%, es un nostálgico de la dictadura militar, famoso por sus exabruptos misóginos y homófobos. Incluso, se burló de las torturas que sufrió la expresidenta Dilma Rousseff cuando fue detenida por el régimen militar.

“Los gays son producto del consumo de drogas”, “Prefiero que un hijo muera en un accidente a que aparezca con un bigotudo por ahí”, “los negros no sirven ni para procrear”, “el error de la dictadura fue torturar y no matar”, “las mujeres deben ganar menos porque se quedan embarazadas” o “no mereces que te violen por fea”, son sólo algunas de las frases polémicas de este diputado.

Aunque ganaría la primera vuelta en caso de no presentarse Lula, Bolsonaro tendría complicado obtener la presidencia, debido a que en segunda vuelta perdería contra sus posibles rivales como el mencionado Ciro Gomez o la ambientalista Marina Silva, aunque con márgenes estrechos, de acuerdo a un sondeo de Datafolha en enero.

El académico Lincoln Secco apunta que el escenario para una victoria de Bolsonaro en las presidenciales depende de la participación de Lula y de cómo sus votantes reaccionen en las elecciones, aunque ambos candidatos sean resistidos por el establishment.

“El dilema de Brasil es que Lula y Bolsonaro son los favoritos para las elecciones, pero las élites de Brasil no quieren a ninguno de los dos. Con todo, prohibir una candidatura de Lula podría permitir la victoria de Bolsonaro”, concluye Secco.

Por su parte, el analista Gustavo Segré cree que si Lula no participa en la elección presidencial, el panorama quedará abierto y que dependerá de los candidatos que se presenten, así como el apoyo que entreguen el Partido de los Trabajadores a los postulantes de centroizquierda y que el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) a los de derecha.

“No me parece que lo que ocurra con Lula ayude a otro candidato en particular. Bolsonaro está muy a la derecha y Lula apostó a ir más a la izquierda de lo que estaba. En el medio quedan mucho precandidatos del centro (hacia la izquierda y hacia la derecha). Algo es claro: ningún partido del centro a la izquierda gana sin el apoyo del PT, como tampoco ningún partido del centro a la derecha gana sin el apoyo del PMDB del presidente Michel Temer (…) La novela electoral brasileña tiene muchos capítulos aún”, cierra Segré.

“El error de la dictadura fue torturar y no matar”
- Jair Bolsonaro

La sesión

La corte se reúne a partir de las 14:00 horas y no tiene horario para terminar. Será transmitida en vivo por TV e internet. Manifestaciones a favor y en contra de Lula fueron convocadas en los alrededores del tribunal en Brasilia y en varias ciudades del país.

Los 11 magistrados del STF deben pronunciarse y justificar su voto, sin límite de tiempo.

La sesión podría interrumpirse si alguno de los jueces pide más tiempo para analizar el expediente; pero dada la presión sobre el caso, no se espera que esto ocurra.

Si la sesión se extiende durante muchas horas y los jueces no logren concluir el miércoles, podrían suspenderla y continuar el jueves. En ese caso, Lula seguiría beneficiando del ‘salvoconducto’ que le otorgó en marzo el STF para blindarlo de la prisión hasta decidir sobre su recurso.

Aunque a medida que los jueces van votando es posible ver el “marcador parcial”, cualquiera de ellos puede modificar su voto hasta el último momento, por eso no es posible asegurar el resultado hasta que concluya formalmente la sesión.