El gobierno brasileño aseguró este viernes que las balas que mataron a la concejal Marielle Franco fueron robadas hace años a la Policía Federal, mientras la exigencia de justicia por el crimen volvió a convocar a cientos de personas en las calles de Rio de Janeiro.

Aunque la investigación sobre este asesinato que conmociona a Brasil corre bajo secreto de sumario, este viernes empezaron a circular varias versiones.

TV Globo aseguró que Franco, una carismática dirigente negra de 38 años y muy crítica con los abusos policiales, fue abatida el miércoles con balas de calibre de 9 mm que formaban parte de un lote adquirido por la Policía Federal en diciembre de 2006.

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Poco después, ese cuerpo dijo en un comunicado que, en paralelo a la investigación a cargo de la Policía Civil de Rio, “se abrió una pesquisa en el ámbito de la Policía Federal para determinar el origen de las municiones y las circunstancias de los cartuchos hallados en el lugar del crimen”.

Y en la noche, el ministro de Seguridad, Raul Jungmann, aseguró que esa munición fue robada a la Policía Federal “años atrás” en la sede de Correos de Paraiba (nordeste), a más de 2.000 km de Rio.

“Yo creo que esas cápsulas que se encontraron en la escena del crimen fueron efectivamente robadas”, dijo el ministro en Brasilia.

“La Policía Federal ya abrió más de 50 investigaciones sobre esa munición desviada”, añadió Jungmann, asegurando que esa munición ya estuvo relacionada con una matanza en 2015 en Sao Paulo, cuando policías y guardias civiles mataron a 18 personas en barrios pobres de la región metropolitana para vengar el asesinato de dos compañeros.

Las redes de tráfico de armas con participación de policías, guardias penitenciarios y militares fueron reportadas en 2016 por una Comisión Parlamentaria de Rio.

Seguir en las calles

Sin respuestas aún sobre los motivos o autores del asesinato de Marielle, este viernes el centro de Rio amaneció con las paredes llenas de imágenes de la concejal, pintadas contra la policía, contra el presidente Michel Temer y un repetido “Marielle Presente”.

Eso, después de que en la víspera decenas de miles de personas se manifestaran en ciudades como Rio o Sao Paulo.

La noche del viernes, varios cientos de personas se congregaron con velas frente a la Asamblea de Rio para exigir justicia y el fin de la intervención militar en el estado, decretada hace exactamente un mes por Temer.

La mayoría eran jóvenes, que luego marcharon por algunas calles del centro de la ciudad.

“Tenemos que ser insistentes. Si paramos de protestar, esto quedará impune y es muy serio lo que pasó”, dijo Joao Marcos, un estudiante de Geografía de 19 años de la zona norte de Rio.

“Si tengo que venir el lunes de nuevo, vengo, porque no podemos dejar callar esta voz, ella era la voz del pueblo”, aseguró Bruna Soares, una peluquera de 32 años de la violenta Baixada Fluminense.

Dos vehículos

El asesinato de Mairelle Franco tuvo lugar el miércoles en la noche en el centro de Rio cuando regresaba a casa en carro después de asistir a un evento de empoderamiento de mujeres negras.

El coche fue seguido durante cuatro kilómetros por otro vehículo y hubo al menos trece disparos realizados a unos dos metros de distancia, según trascendidos de la prensa.

Junto a la concejal del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), que recibió cuatro impactos de bala en la cabeza, murió el conductor del vehículo, Anderson Gomes. Su asistente de prensa recibió solo esquirlas.

Los atacantes habrían contado con el apoyo de otro coche, que vigilaba a la concejal en las afueras del evento, según el portal G1.

Numerosos comentaristas vinculan esa “ejecución” a las denuncias de la concejal contra el accionar de milicias parapoliciales o de la intervención militar de Rio.

Y el escepticismo sobre las investigaciones planea en este país con altos índices de impunidad.

“Con un trabajo serio, sin miedo de atacar los quistes de corrupción, violencia y crimen incrustados en el Estado, ese crimen se puede resolver en dos semanas”, dijo el diputado Chico Alencar, del PSOL.

¿Despertar de la izquierda?

Las manifestaciones masivas del jueves en la noche ocupaban las portadas de todos los periódicos en Brasil este viernes.

O Globo y O Dia citaron una frase colgada por la concejal un día antes de su muerte en las redes sociales: “¿Cuántos más tendrán que morir?”.

Para el diario Folha de S. Paulo, el asesinato de la concejal “despertó un gigante dormido”, el de la izquierda, a meses de las elecciones generales de octubre.

Las protestas en homenaje a Franco se extendieron fuera de Brasil.