El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró este miércoles que su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos, lo invitó a una reunión para discutir el reforzamiento de medidas de seguridad en la frontera de ambas naciones, con las que dijo estar de acuerdo.

“Estoy de acuerdo con las decisiones que usted ha tomado (…). Hay que reforzar medidas contra la extracción ilegal de billetes, el contrabando (…) por eso celebro y aplaudo su decisión, cuente con todo mi apoyo”, afirmó Maduro, al referirse a Santos en un discurso en el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).

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El gobernante venezolano dijo haber recibido “recientemente” una carta de Santos en la que -dijo- lo invitó a “unas conversaciones sobre temas de interés mutuo”.

“Se la voy a contestar (…). Vamos a hacer una reunión inmediata entre ambos Gobiernos”, recalcó.

Según Maduro, dio instrucciones al ministro de Defensa, general Vladimir Padrino, y al canciller, Jorge Arreaza, a fin de que coordinen con el Gobierno colombiano “de manera inmediata” una reunión “para avanzar en un plan de paz en la frontera”.

“Ojalá que de estas gestiones (…) surja la posibilidad de una reunión entre el presidente Santos y mi persona, como me lo propone él en una carta, para coordinar la paz, la cooperación entre Colombia y Venezuela”, subrayó.

Maduro, quien recientemente llamó “basura” e “imbécil” a Santos, quien a su vez tilda al Gobierno venezolano de “dictadura”, aseguró que mientras ambos sean presidentes están obligados a reunirse y a “entenderse”.

El mandatario colombiano anunció el pasado 10 de febrero, en su cuenta de Twitter, el despliegue de más de 3.000 unidades “que reforzarán el control en las fronteras, las trochas y las zonas donde hay migración ilegal”.

Autoridades colombianas han tomado acciones ante una ola migratoria hacia ciudades fronterizas. El pasado fin de semana, decenas de miles de venezolanos pasaron hacia Colombia desafiando nuevos controles migratorios.

Venezuela atraviesa una de las peores crisis económicas de su historia, con una hiperinflación que treparía a 13.000% en 2018, según el FMI, además de una severa escasez de alimentos y medicinas.