El presidente de Bolivia, Evo Morales, se refirió a la decisión del gobierno de Perú de cancelar la invitación al mandatario venezolano, Nicolás Maduro, para que participase en las Cumbre de las Américas que se desarrollará en Lima el próximo abril.

La decisión de retirar la invitación a Maduro fue tomada tras una reunión del Grupo de Lima, integrada por 12 países de América incluyendo a Chile, que además exigió al presidente de Venezuela suspender el adelanto de las elecciones presidenciales en Venezuela.

Tanto el retiro de la invitación, como la exigencia de cambiar la fecha de las elecciones, causaron la molestia de Evo Morales, que afirmó que el Grupo de Lima se presta para un “plan golpista de Estados Unidos”.

“Por orden de Trump, el Grupo de Lima, con 12 de 35 países, que forman Cumbre de las Américas, viola principio de no intervención y atenta contra Venezuela al cancelar invitación al hermano Presidente Maduro. Rechazamos que países de la región se presten a plan golpista de EEUU”, comentó Morales en su cuenta de Twitter.

Antes de la declaración del Grupo de Lima, Morales también había manifestado su preocupación por la crisis en Venezuela, respaldando la tesis del chavismo de una posible intervención extranjera en el país llanero.

“El Secretario de Estado de EEUU, Tillerson, ha llegado a algunos países de Latinoamérica, sabemos que intenta promover un Golpe de Estado contra el gobierno venezolano”, tuiteó con anterioridad.

En la misma línea, solicitó una reunión de emergencia de Unasur, uno de las pocas organizaciones internacionales sin la presencia de Estados Unidos,para analizar las “amenazas” contra Venezuela.

“Quiero aprovechar esta oportunidad para expresar nuestra solidaridad con Venezuela, ante las constantes amenazas de intervención. EEUU tiene que dejar de amenazarnos, Unasur debería convocar a una reunión de emergencia y hacer respetar la soberanía de un pueblo hermano”, afirmó el mandatario en su cuenta de Twitter.

Morales es el único presidente de Sudamérica que apoya la gestión de Maduro y ha respaldado la tesis de un boicot económico y una intervención extranjera en Venezuela