El fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, denunció este lunes supuestos planes para invadir a su país desde la vecina Colombia, vinculándolos con Estados Unidos.

“Desde Colombia, así lo denuncio (…), se está planeando nada más y nada menos (…) el bombardeo militar, la invasión militar, la ocupación a sangre y fuego de un país pacífico como Venezuela”, declaró Saab en un discurso durante un acto público trasmitido por la televisión estatal VTV.

“¡Aquí vamos a combatir y vamos a resistir. No tenemos miedo!”, clamó sin dar detalles.

La semana pasada, durante una gira por América Latina, el jefe de la diplomacia estadounidense, Rex Tillerson, asomó la posibilidad de aplicar sanciones a las exportaciones de crudo de Venezuela, fuente de 96% de sus ingresos. Se reunió en Bogotá con el presidente colombiano, Juan Manuel Santos.

“La situación en Venezuela empeora. Uno de los aspectos a tomar en cuenta en caso de adoptar sanciones petroleras son los efectos que tendría sobre la población y si ese sería un paso que ayude a llegar al final, a acelerar el final”, dijo Tillerson en Argentina.

Ya la administración de Donald Trump tomó medidas financieras contra el país, prohibiendo a ciudadanos y empresas estadounidenses negociar deuda emitida por el gobierno y su estatal petrolera PDVSA.

Previamente, Washington había establecido sanciones individuales contra el presidente Nicolás Maduro y otros altos funcionarios, acusándolos de quebrar el orden democrático y violación de derechos humanos.

Saab recordó la advertencia de agosto del año pasado de Trump sobre una “posible opción militar” frente a la grave crisis política y socioeconómica venezolana si era “necesario”.

Las tensiones se han agravado con el adelanto de elecciones presidenciales para el próximo 22 de abril, después del fracaso de negociaciones en República Dominicana entre el gobierno y la oposición para acordar fecha y condiciones de los comicios.

La oposición, que acusa al poder electoral de servir a Maduro, no ha decidido si participará en un proceso en el que el mandatario aspira a ser reelecto.

Tras su encuentro con Tillerson, Santos afirmó que los resultados de las votaciones “no tendrían validez” para su gobierno, por considerar que “no ofrecen ninguna garantía”.