La oposición venezolana rechazó firmar un acuerdo con el gobierno sobre garantías para las elecciones presidenciales, alegando que no cumple con sus demandas, pero presentará observaciones al texto este miércoles para decidir si participa en los comicios.

“Hasta que no tengamos un documento que esté a la altura (…) del pueblo venezolano pueden estar seguros que no vamos a firmar”, advirtió Julio Borges, jefe negociador de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), tras cinco horas de reunión con los delegados del gobierno en Santo Domingo.

No obstante, el presidente dominicano, Danilo Medina, informó que los facilitadores del diálogo entregaron a las partes un documento para llegar a un consenso.

“Tenemos un compás de espera hasta mañana a las diez y media de la mañana para recibir las observaciones”, indicó Medina, quien auspicia las conversaciones.

No está claro si los negociadores sostendrán un nuevo cara a cara este miércoles.

Luego del encuentro del martes, los delegados del presidente Nicolás Maduro se adelantaron a firmar el acta ante la prensa.

El jefe de la delegación, Jorge Rodríguez, aseguró que la noche del lunes en Caracas las partes se habían comprometido a firmar un acuerdo que incluía, entre otros puntos, “el cronograma y la fecha” de la elección presidencial, adelantada por el oficialismo para antes del 30 de abril.

Pero Rodríguez afirmó que la oposición se retractó tras recibir una “llamada telefónica de Bogotá”, donde -recordó- se encuentra el secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, duro crítico del gobierno de Maduro.

“Un acto de absoluto bochorno de aquellos que siguen recibiendo instrucciones del extranjero”, dijo Rodríguez mientras firmaba el documento.

“No recibimos órdenes ni de Estados Unidos ni de Cuba, solo del pueblo venezolano”, replicó luego Borges ante periodistas en la sede de la cancillería dominicana.

El canciller chileno, Heraldo Muñoz, cuyo gobierno es facilitador del proceso y envió a su embajador en Santo Domingo, denunció en Twitter que la oposición estaba siendo presionada para firmar un “papel que no contempla garantías de elecciones presidenciales”.

“Elecciones libres”

La MUD reiteró que sus demandas en la negociación que inició el 1 de diciembre son garantías electorales, ayuda humanitaria ante la crisis socioeconómica, “rescate de las competencias” del Parlamento de mayoría opositora y la liberación de “presos políticos”.

La negociación está ligada a las deliberaciones del Consejo Nacional Electoral (CNE) -acusado por la oposición de servir al gobierno-, en sesión “permanente” desde el lunes para definir la fecha de los comicios, en los que Maduro buscará reelegirse.

El gobierno insiste en que Estados Unidos presiona a la oposición para que no firme un acuerdo y boicotee las presidenciales.

Aunque apoyado por Rusia y China, el gobierno de Maduro encara el aislamiento internacional y las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea, que lo acusan de autoritarismo.

Durante su gira por América Latina, Tillerson pidió “elecciones libres, justas y verificables” en Venezuela y advirtió que Washington evalúa aplicar sanciones a sus exportaciones petroleras.

Fecha de elecciones

La oficialista Asamblea Constituyente adelantó las elecciones -tradicionalmente en diciembre-, lo que descolocó a una oposición dividida tras cuatro meses de protestas en 2017 que dejaron 125 muertos, sin poder sacar a Maduro del poder.

Según una fuente cercana al diálogo, la oposición exige que la elección no sea antes del 22 de abril, mientras el gobierno, ya en campaña, pretende apurar la fecha.

La oposición aún no decide si irá a primarias o elegirá a un candidato de consenso. Sus principales líderes, Henrique Capriles y Leopoldo López -en arresto domiciliario-, están inhabilitados políticamente.

Además, el poder judicial -acusado de oficialista- excluyó a la MUD de los comicios, alegando que al ser una coalición de partidos induce a una doble militancia.

La mayor agrupación de esa alianza, Primero Justicia, también quedó fuera de juego al no poder cumplir con su reinscripción, de lo que culpó al CNE.

El politólogo John Magdaleno opinó que si bien “no es factible” para la oposición restablecer todas las garantías, conceder tanto sin presión tampoco va a dar resultados”.

Maduro enfrenta una impopularidad de 70%, según la encuestadora Delphos, pues muchos venezolanos lo culpan de la hiperinflación -proyectada en 13.000% por el FMI para 2018- y la grave escasez de alimentos y medicinas.