La oposición venezolana reanudó este martes en Santo Domingo negociaciones con el gobierno, en busca de garantías para los comicios adelantados por el oficialismo para antes del 30 de abril, en los que el presidente Nicolás Maduro irá por la reelección.

Los delegados del gobierno y la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que el lunes tuvieron una primera jornada de discusiones, intentarán llegar a un acuerdo este martes en un sobresaltado proceso de diálogo que empezó el 1 de diciembre en República Dominicana.

“Estamos trabajando con todos los temas y en todos los temas hemos acercado posiciones. Hoy debe salir algo bueno”, declaró el jefe negociador del gobierno, Jorge Rodríguez, al llegar esta mañana a la cancillería dominicana, donde las partes se reunieron por cerca de una hora y volverán a encontrarse por la tarde.

Rodríguez, ministro de Comunicación, precisó que sobre las mesa están las “garantías electorales” y las sanciones económicas que impuso Estados Unidos a Venezuela en agosto pasado.

Otros temas sensibles son el reconocimiento a la oficialista Asamblea Nacional Constituyente -desconocida por la oposición y parte de la comunidad internacional- y el levantamiento al desacato del Parlamento de mayoría opositora, declarado por la justicia.

También se discuten salidas a la crisis socioeconómica del país, que sufre hiperinflación y escasez de comida y medicinas.

Pero las pláticas se realizan bajo tensión porque la Constituyente, cuya presidenta es Delcy Rodríguez -delegada del gobierno en el diálogo-, convocó hace una semana a elecciones adelantadas, pese a que la fecha de las presidenciales -que tradicionalmente se celebran en diciembre- se discutía en Santo Domingo.

Las fricciones también aumentaron porque el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), acusado por la oposición de servir al gobierno, excluyó el pasado jueves a la MUD de los comicios, argumentando que es una alianza integrada por varios partidos y no se permite la doble militancia.

Garantías mínimas

El adelanto de los comicios, cuya fecha exacta será fijada por el poder electoral, acusado por la oposición de aplicar sistemas “fraudulentos” para garantizar la permanencia de Maduro en el poder, descolocó a la MUD, fracturada y con crisis de credibilidad.

Acorralada, la coalición anunció que acudía a las negociaciones para “exigir las garantías que permitan unas elecciones justas” y “protestar por las últimas decisiones del gobierno y el avance de su visión totalitaria”.

El diputado Enrique Márquez, uno de los negociadores de la MUD, aseguró que entre las garantías electorales está la demanda de “observación internacional”.

“El gobierno pudiera estar entregando un par de condiciones electorales para tratar de legitimar las presidenciales. En lo electoral se negocian más de 18 puntos (…). Existe la posibilidad de tratar de forzar una condición mínima” para que participe la oposición, aseguró a la AFP el consultor político Oswaldo Ramírez.

El tiempo corre en contra de la oposición. Mientras Maduro, cuya candidatura oficializará el domingo el Partido Socialista Unido de Venezuela (PUSV), ya está en plena campaña, la oposición aún no decide si irá a primarias o si buscará rápidamente por consenso un candidato único.

La Constituyente ordenó además a los tres mayores partidos de la MUD reinscribirse ante el poder electoral para disputar las presidenciales, debido a que no participaron en los comicios de alcaldes de diciembre argumentando que las elecciones de gobernadores de octubre fueron fraudulentas.

Voluntad Popular (VP), partido fundado por Leopoldo López -en prisión domiciliaria-, decidió no reinscribirse; Acción Democrática (AD) consiguió este fin de semana las firmas necesarias para hacerlo y Primero Justicia (PJ), del excandidato presidencial Henrique Capriles -inhabilitado políticamente- deberá intentarlo los próximos sábado y domingo.

Debilitada, la delegación de la MUD, encabezada por el diputado Julio Borges, acudió a la cita con una baja sensible, sin uno de sus negociadores principales, Luis Florido, de VP, quien faltó en protesta por el adelanto de los comicios.

A la cita en Santo Domingo asisten los cancilleres de Nicaragua y Bolivia, el embajador de Chile, y el exjefe de gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, que sirven de facilitadores. Los cancilleres de Chile y de México fueron invitados por la MUD, pero el mexicano abandonó la mesa tras rechazar el adelanto de las presidenciales.