“El peritaje forense confirmó que Santiago Maldonado se ahogó a los pocos minutos de ingresar al río Chubut”, informa el diario argentino La Nación que tuvo acceso al informe final de los peritos.

El joven no pudo siquiera ensayar brazadas o movimientos con sus extremidades para mantenerse a flote debido al rápido entumecimiento de su cuerpo y a la pérdida de movilidad y de su sensibilidad corporal”, explica el documento judicial que complementa la autopsia efectuada el 20 de octubre.

Al caer a la corriente, las cuatro capas de ropas que portaba se enchumbaron, por lo que su pesó aumentó a 20 kilogramos. Esta carga extra obstaculizó más la movilidad. El hecho redundó en la “disminución de su capacidad de reacción, seguida por una depresión cardiorespiratoria y una disminución de su estado de conciencia que lo sumergió en el lecho del río y le causó la muerte por asfixia por inmersión”, concluye el peritaje.

Los expertos forenses no detectaron lesiones en el cadáver, lo que “permite afirmar que no hay elementos objetivos como para suponer un escenario previo a la muerte, donde se produjera violencia física sobre el cuerpo”. Tampoco hallaron signos de arrastre que induzca a pensar “que el cuerpo haya estado en otro lugar que no sea el del hallazgo”.

“La totalidad de la fauna hallada asociada al cuerpo es de carácter netamente acuático y bentónico, es decir, fauna que vive en el fondo del cuerpo del agua”, con lo cual descartan la posibilidad de que el cuerpo halla permanecido en tierra.

Santiago Maldonado, un artesano y tatuador de 28 años, había desaparecido el pasado 1 de agosto, tras huir de la represión de la Germandería contra una protesta mapuche. Tras semanas de búsquedas, el cadáver apareció flotando el río Chubut, el 17 de octubre.