La oposición venezolana rechazó este domingo una invitación del presidente Nicolás Maduro a una cita “especial” para evaluar las negociaciones emprendidas en República Dominicana.

“@NicolasMaduro nuestro interés no es atender sus invitaciones, sino lograr un acuerdo donde se trace una ruta de futuro para Venezuela, que incluya comida, medicinas y voto libre”, escribió en Twitter el jefe negociador de la oposición, Julio Borges.

Más temprano, Maduro planteó el encuentro a Borges y los demás delegados de la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD), al tiempo que descartó “un canal humanitario”, principal demanda opositora en los diálogos para resolver la grave crisis política y económica.

“Quiero recibirlos en el Palacio de Miraflores, hago formal invitación a la mesa de diálogo para hacer una reunión especial esta semana (…), creo que esta reunión va a ayudar mucho”, dijo Maduro en su programa semanal de televisión.

“Invite a Miraflores a las familias venezolanas que padecen el hambre y la escasez de medicinas que ha generado su modelo. Nosotros iremos cuando recuperemos la democracia en las presidenciales de 2018″, replicó Borges, presidente del Parlamento de mayoría opositora.

Gobierno y oposición cerraron el sábado dos días de negociaciones en República Dominicana sin acuerdos para atenuar la debacle socioeconómica, pero reportaron “significativos avances” y fijaron un nuevo encuentro para el 15 de diciembre, según un comunicado conjunto.

La MUD ha pedido un “canal humanitario” para la entrada de alimentos básicos y medicinas, en severa escasez, y condiciones transparentes para las elecciones presidenciales de 2018.

Pero Maduro aseguró que “Venezuela es un país pujante y trabajador” y “no un país de mendigos como han pretendido algunos con aquello de la ayuda humanitaria”.

“Su resistencia a la ayuda humanitaria reitera que el drama de los venezolanos no es prioridad para ustedes. Mientras habla en tv, hay venezolanos muriendo por desnutrición y falta de medicamentos”, criticó Borges.

La MUD aceptó retomar las conversaciones con el gobierno, poniendo como requisito el acompañamiento internacional.

En la mesa participan los gobiernos de México, Chile -invitados por la oposición- Bolivia, Nicaragua y San Vicente y las Granadinas, aliados de Maduro.

Borges insistió en que la MUD negociará en presencia de los cancilleres. “Somos nosotros quienes los sentamos a ustedes”, sostuvo ante la afirmación de Maduro de que obligó a sus adversarios a retomar los acercamientos.

Como punto central, el mandatario propone a la MUD abogar por “el cese” de las sanciones financieras impuestas por Estados Unidos y que prohíben tranzar nueva deuda del país y su petrolera PDVSA.