La agencia de calificación financiera Standard & Poors declaró este lunes a Venezuela en “default parcial” (selective default) sobre su deuda en moneda extranjera, tras la incapacidad del país para pagar 200 millones de dólares de sus bonos globales.

La agencia, la primera en hacer una calificación como esta sobre Venezuela -al borde del default-, explicó que actuó tras los 30 días de gracia otorgados para realizar los pagos de dos bonos.

“Hemos bajado dos calificaciones a ‘D’ (default), y bajamos la calificación de la deuda soberana en moneda extranjera a largo plazo a ‘SD’ (default parcial)”, indicó S&P.

El anuncio se da luego que Venezuela se reuniera este lunes con acreedores sin ofrecerles un plan para la renegociación de la deuda soberana y de la compañía petrolera estatal PDVSA, manteniendo vivos los temores de un default.

La cita fue considerada exitosa por el gobierno en un comunicado, pero acreedores salieron decepcionados.

“Se inició con rotundo éxito el proceso de refinanciamiento de la deuda externa (…) como estrategia para cumplir cabalmente con nuestras obligaciones”, señaló el documento, que no precisó acuerdos.

La reunión duró unos 25 minutos, durante los cuales el vicepresidente Tareck El Aissami leyó un texto en que prometió nuevos encuentros para “evaluar propuestas”, sin fijar fechas, comentaron a la AFP fuentes cercanas a la cita.

“Dijeron que iban a formar unas mesas técnicas para evaluar propuestas de renegociación de la deuda en el corto y el mediano plazo, pero no dieron ningún detalle concreto sobre sus planes”, declaró a la AFP Gerónimo Mansutti, gerente de Finanzas de la casa de bolsa Rendivalores. “La reunión fue muy mala”, resumió.

En declaraciones que transmitió la televisora oficial VTV, El Aissami aseguró que Venezuela está “blindada”, pero acusó al gobierno de Donald Trump de “cerrar vías” al país con sus sanciones financieras.

Según el gobierno venezolano, comparecieron inversionistas de Estados Unidos, Panamá, Reino Unido, Portugal, Colombia, Chile, Argentina, Japón y Alemania, además de acreedores locales.

Otras fuentes dijeron que varios inversionistas extranjeros no asistieron porque el encuentro fue encabezado por El Aissami y el ministro de Finanzas, Simón Zerpa, a quienes Estados Unidos sancionó, prohibiendo a sus ciudadanos tratar con ellos. 70% de los tenedores de bonos son estadounidenses y canadienses.

La reunión fue convocada por el presidente Nicolás Maduro para “renegociar y refinanciar” la deuda externa, de unos 150.000 millones de dólares. “El default nunca llegará”, afirmó el domingo.

Tras esa promesa, los bonos de Venezuela y PDVSA experimentaron en promedio alzas de 4,5% y 6,9% este lunes, pese a que su crecimiento se desaceleró por la falta de acuerdos de renegociación.