Puerto Rico, “devastado” por el paso del huracán María, evaluó este viernes la magnitud de los daños que ha causado la tormenta, que dejó 21 muertos en el Caribe y sin electricidad e incomunicada a esta isla.

El fenómeno, ahora de categoría 3 -tras llegar a la máxima de 5- dejó dos víctimas mortales en Guadalupe, 15 en Dominica -donde ya llegó un barco de ayuda francés-, una en Puerto Rico y tres en Haití.

Para el terrotorio puertorriqueño se anunciaron lluvias torrenciales que agravarán las inundaciones en este territorio de 3,4 millones de habitantes, que podría permanecer sin electricidad durante varios meses y con una red de telecomunicaciones casi totalmente destruida.

El presidente estadounidense Donald Trump declaró “Zona de Gran Desastre” a este país, lo cual libera fondos ilimitados de ayuda federal para una isla que desde mayo está en bancarrota. “Puerto Rico está totalmente devastado” y en un “estado muy, muy delicado”, explicó.

El gobernador Ricardo Rosselló, en tanto, advirtió que todo puede empeorar. “Lo que provoca más muertes en este tipo de eventos es la lluvia”, manifestó, ya que la isla aún padece precipitaciones de la cola de María, aunque su ojo ya esté kilómetros mar adentro.

“Anticipamos que esto iba a ser el desastre más grande en un siglo en Puerto Rico y efectivamente ha sido así”, lamentó.

Agua hasta el segundo piso

Un video difundido en las redes sociales por una residente del barrio de Toa Baja, muestra el agua llegando al segundo piso de su casa.

“Estamos atrapados, Dios no nos ayuda, no podemos hacer nada”, dijo esta mujer, quien agregó que “no podemos subir al techo a causa del viento, miren las oleadas de agua”.

Durante la noche, decenas de familias fueron rescatadas de este barrio, un suburbio de la capital San Juan que se inundó cuando un lago se desbordó.

“Todos vivimos la peor noche de nuestra vida, pero tenemos una gran fuerza interior. Todo el mundo está ayudando a limpiar, a dirigir el tránsito, a apoyar al vecino”, destacó Iris Rivera.

En tanto, Ocean Park, una zona turística de San Juan, quedó bajo el agua. Residentes en los segundos niveles de sus casas contemplaron la inundación, mientras otros en botes y kayaks, verificaron que sus vecinos estuvieran bien.

Varias tiendas fueron saqueadas y no se vio mucha presencia policial, aunque la gobernación informó de una decena de arrestos.

El gobierno declaró toque de queda nocturno y extendió hasta el sábado la Ley Seca.

“El San Juan que conocíamos ha desaparecido”, afirmó la alcalde de la capital, Carmen Yulin Cruz, quien advirtió que la isla podría quedar privada de electricidad “durante cuatro a seis meses”.

Inundaciones en Dominicana

Mientras tanto, en República Dominicana, el ciclón derribó árboles y postes de electricidad, dejó sin energía a 140.000 personas y causó inundaciones por las crecidas de los ríos.

El Centro de Operaciones de Emergencias (COE) ordenó desalojos obligatorios en 26 de las 32 provincias del país y más de 17.000 personas fueron evacuadas.

Casi 3.000 viviendas reportaron daños y, según el COE, 15 comunidades quedaron aisladas por las crecidas de ríos y un puente se colapsó.

María ya se alejó de Puerto Rico el jueves por la noche, pero su campo nuboso siguió causando lluvias y vientos en casi todo el país.

En su último boletín, el Centro Nacional de Huracanes colocaba a María a 145 Km al noreste de Punta Cana, viajando lentamente, a 15 kilómetros por hora, rumbo a las islas Turcas y Caicos.