La industria de biodiésel argentina está a las puertas de una crisis tras la decisión de Estados Unidos de aplicar aranceles de hasta 64% a la importación de ese producto, lo que en la práctica representa un cierre de ese mercado, denunció este miércoles la cámara del sector.as

Esta industria ya había recibido un duro golpe en 2013 cuando la UE, entonces destino de casi 90% de las exportaciones de biocombustibles, aplicó un impuesto de importación de 24,6% al biodiésel argentino, cuarto productor mundial de biodiésel en 2016, a partir de la soja.

El año pasado la Organización Mundial del Comercio (OMC) falló en favor de Argentina tanto en primera instancia como en apelación, contra una medida impuesta por la Unión Europea.

Ante la decisión estadounidense, el sector consideró que “esta medida preliminar de investigación de subsidios es absurda, injustificada y arbitraria”, dijo a la AFP Gustavo Idígoras, asesor de asuntos internacionales de la Cámara Argentina de Biocombustible (Carbio).

“No existe práctica alguna de subsidios del Estado argentino al biodiesel”, afirmó.

En marzo pasado una coalición de la industria estadounidense del biodiésel, liderada por la Junta Nacional del Biodiésel (National Biodiesel Board o NBB) solicitó la imposición de derechos antidumping y compensatorios contra las importaciones argentinas de este combustible.

Los peticionarios acusan a los productores argentinos de exportar biodiésel a precios de dumping y de beneficiarse de subsidios que favorecen las exportaciones y perjudican la industria estadounidense.

La medida causó “sorpresa y su consecuencia directa es la parálisis absoluta del sector” en Argentina que exporta el 95% de lo que produce al mercado estadounidense.

En el primer semestre de este año Argentina exportó 800.000 toneladas de biodiesel a Estados Unidos por unos 700 millones de dólares.

A ese ritmo, se encaminaba a establecer un año récord de exportaciones por casi 1.600 millones de dólares, según cálculos del sector.

“Como Estados Unidos tomó la misma medida respecto al biodiésel que importa desde Indonesia, en la práctica no existen oferentes, con lo cual el mercado estadounidense está cerrado”, precisó Idígoras.

Argentina tienen un plazo de 7 días para presentar descargos y luego se abre una instancia administrativa cuya definición puede demorar hasta seis meses.

La industria cuenta a su favor con un reciente pronunciamiento de la OMC en una controversia similar con la Unión Europea que en marzo de 2016 se resolvió en favor de Argentina.

La noticia se conoció una semana después de la visita a Argentina del vicepresidente de Estados Unidos Mike Pence quien elogió la política de apertura económica del gobierno de Mauricio Macri.