El presidente boliviano Evo Morales planteó este domingo a Chile dejar la “hostilidad” hacia su país y retomar un diálogo franco, “sin perdedores, ni vencedores”.

“Estamos convencidos en cualquier diálogo, directo, con mediación o vía (la Corte) de La Haya”, aseveró el gobernante en un informe al Congreso, al celebrarse el aniversario patrio de fundación de Bolivia, en el que acotó que “no quisiéramos que hayan perdedores ni vencedores”.

A tiempo de aprovechar el recuento de los logros oficiales, Morales mencionó los dos litigios entre Bolivia y Chile en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), por la salida al mar y por las aguas del Silala.

En ese marco, el gobernante -en el poder desde 2006 y con aspiraciones para un cuarto mandato de cinco años a partir de 2020- destacó que su gobierno está abierto al diálogo para resolver diferencias históricas, a pesar que La Moneda señala que no tiene asuntos pendientes con Bolivia.

“Corresponde reiterar que Bolivia continúa creyendo que el diálogo franco es siempre el mejor camino para superar nuestras diferencias”, dijo el gobernante, quien acotó que “invitamos una vez más a la República de Chile, a sus autoridades, a su pueblo a deponer actitudes hostiles y de amedrentamiento”.

Según La Paz, el gobierno chileno mantiene una política beligerante hacia Bolivia, como los recurrentes paros en los puertos sobre el océano Pacífico, por donde fluye el grueso del comercio boliviano, o los reiterados conflictos fronterizos, por el tránsito ilegal de mercaderías.

Chile ha dicho anteriormente que también quiere diálogo con su vecino, sobre diferentes asuntos que les conciernen, pero considera que la aspiración territorial boliviana es un asunto que fue zanjado con un tratado de paz de 1904 que definió la frontera bilateral. Además de que si La Paz persiste en reclamar, el tema está en la Corte de La Haya.