El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, lanzó a poderosas figuras de su gobierno como candidatos a la Asamblea Constituyente, cuya elección, el 30 de julio, enfrenta un creciente rechazo de opositores y chavistas disidentes.

En pleno escalamiento de la crisis, con una ola de protestas que casi llega a los tres meses, Maduro concluyó los cambios de gabinete para completar sus postulaciones a la Constituyente, en las que destacan el diputado Diosdado Cabello, la canciller Delcy Rodríguez y su esposa Cilia Flores.

“La Asamblea Nacional Constituyente va y reconstruiremos la paz”, aseguró el mandatario este jueves, en una rueda de prensa con corresponsales extranjeros.

Pero la oposición ha llamado a los venezolanos a desconocer al gobierno en lo que considera la “fase decisiva” de su escalada para sacar a Maduro del poder, y a movilizarse contra la Constituyente por considerarla un “fraude” con el que el presidente -dice- pretende instalar un sistema comunista como el de Cuba.

“La Constituyente de Maduro se ha diseñado como un traje a su medida, no resolverá los graves problemas” económicos, políticos e institucionales del país, dijo Julio Borges, jefe del Parlamento, de mayoría opositora.

Los opositores marcharon este jueves en apoyo a la fiscal general, Luisa Ortega, confesa chavista hoy considerada “traidora” por el gobierno, que rechaza la Constituyente por considerar que fulmina el estado de derecho.

Militares lanzaron gases lacrimógenos contra los manifestantes en el este de Caracas, desatándose fuertes choques con un grupo de jóvenes encapuchados que dejaban varios heridos, constató un equipo de la Agence France-Presse.

Desde el 1 de abril, las protestas dejan 74 muertos.

“Un refugio para resistir”

Respaldado por decisiones del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y del Consejo Nacional Electoral (CNE), Maduro avanza con su proyecto de Constituyente, que, dijo este jueves, servirá para vencer a los “violentos” y hacer el milagro económico” que requiere el país.

Además de Cabello, Flores y Rodríguez, el oficialismo postuló al exvicepresidente Aristóbulo Istúriz y al exministro y exgobernador Adán Chávez, hermano del expresidente Hugo Chávez, fallecido en 2013.

Cabello, vicepresidente del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), es mencionado por sectores de la oposición como el futuro presidente de la Constituyente, con lo que ampliaría aún más el poder que se le atribuye en el gobierno, la Fuerza Armada y los servicios de inteligencia.

La Constituyente regirá el país por un tiempo indeterminado como un “suprapoder” y estará formada por 545 asambleístas, que según la oposición serán elegidos con un sistema “fraudulento” que garantizará el control del oficialismo.

“La Constituyente es para el PSUV, pero sobre todo para el madurismo, tan solo una ficha, una excusa para obtener un mayor poder de negociación, un refugio para resistir”, aseguró el politólogo Michael Penfold.

“Candidata presidencial”

Analistas han advertido que la iniciativa de Maduro puede profundizar la fractura que abrió la fiscal. “Probablemente también termine siendo un filoso ‘boomerang’ político”, agregó Penfold.

En una carta suscrita por el arzobispo Bernadito Auza, observador permanente de la Santa Sede ante Naciones Unidas, el Vaticano advirtió que la Constituyente “hace peligrar el futuro democrático del país”.

“El Vaticano, la fiscal, sectores de la Fuerza Armada, distintos actores del oficialismo y actores internacionales están viendo nuestra lucha contra la dictadura, no solo contra la Constituyente”, dijo el diputado opositor Juan Requesens, en la marcha en respaldo a la fiscal.

Ortega, quien ha denunciado que la justicia es usada para “perseguir a la disidencia política”, afronta un posible juicio luego de que el TSJ admitiera un recurso del diputado oficialista Pedro Carreño, quien también pidió destituirla por “insania mental”.

La fiscal encabeza a un grupo de chavistas que sostiene que Maduro “está destruyendo el legado” de Chávez, gestor de la actual Constitución.

Al afirmar este jueves que la Fiscalía cayó en el “extremismo”, Maduro la acusó de “traición” y de tener ambiciones presidenciales.

“Si se quiere meter en la diatriba política porque tiene aspiraciones de ser candidata presidencial de la MUD” no puede hacerlo desde la Fiscalía, afirmó.

Penfold cree que el gobierno está amenazado en la medida en que “las fracturas dentro del chavismo y la esfera militar se profundizan”. Pero aún no es seguro que ello ocurra.

Esta semana, Maduro anunció la renovación de la cúpula de la Fuerza Armada y ratificó como ministro de Defensa al general Vladimir Padrino López, quien le ha declarado “lealtad incondicional”.