El gasto en Defensa aumentó en todo el mundo en un 0,4%, según el informe anual del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (Sipri): en Asia y Europa aumentó, cayó en Latinoamérica y en África, a pesar del aumento de conflictos.

Por su parte, Estados Unidos incrementó sus gastos militares en 2016 un 1,7% (hasta los 399.000 millones de pesos chilenos) tras cinco años seguidos de reducciones por la crisis económica y la retirada de tropas en Afganistán e Irak.

Tras alcanzar su punto máximo en 2013, la inversión militar en Sudamérica continúa a la baja por el ambiente de seguridad benigno, aunque contrastan los casos de Argentina y Colombia, con subidas del 12 y el 8,8% respectivamente.

En Venezuela, la caída del gasto militar fue del 56% y también hubo notables descensos en el gasto en Ecuador (-13%), México (-11%) y Perú (-20%).

Por su parte, la crisis económica que atraviesa Brasil afectó asimismo a sus inversiones en el sector, aunque el país se mantiene entre los 15 con mayores gastos militares: cae del puesto 12 al 13.

El terrorismo, los conflictos y otras tensiones internacionales desembocaron en un aumento del gasto militar tanto en Estados Unidos como en Europa occidental, pero pese a ello solo pocos países alcanzan el 2% del PIB que pide la Organización del Tratado del Atlántico Norte, (OTAN).