El presidente de Brasil, Michel Temer, convocó para este domingo una reunión de emergencia en Brasilia junto a ministros y representantes de frigoríficos para tratar el escándalo de productos adulterados que podría afectar la imagen del mayor exportador de carne del mundo.

La reunión fue convocada “en función de los últimos acontecimientos” y contará con la presencia de los ministros de Agricultura, Blairo Maggi, y de Comercio Exterior, Marcos Pereira, dijo a la AFP una portavoz del Palacio de Planalto.

Luego Temer recibirá a “representantes de frigoríficos“, añadió.

Una investigación policial de dos años destapó el viernes un esquema corrupto en el que inspectores sanitarios supuestamente recibían sobornos para autorizar la producción de alimentos no aptos para el consumo.

Lee también: Empresas se defienden tras escándalo de carne adulterada en Brasil

Se emitieron 27 órdenes de prisión preventiva y al menos tres frigoríficos fueron clausurados este viernes, uno dedicado al sacrificio de pollos (del grupo multinacional BRF) y dos de la empresa local Peccin que fabricaban mortadelas y salchichas, precisó el ministerio de Agricultura.

Preocupación con exportaciones

Michel Temer telefoneó la tarde de este sábado a su par estadounidense Donald Trump, pero no conversaron sobre el escándalo de la carne, según se desprende de una nota divulgada por la presidencia brasileña en la noche. En el texto sólo se alude a temas como reformas económicas y comercio bilateral, así como al “interés” que manifestó Trump de que Temer lo visite.

Brasil comenzó a exportar carne bovina ‘in natura’ (fresca) a Estados Unidos apenas el año pasado.

Brasil es el primer exportador mundial de carne bovina y avícola, con presencia en por lo menos 150 países. El impacto de este caso en el extranjero preocupa a las autoridades brasileñas en un momento en que busca acelerar un acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea.

Eumar Novacki, secretario ejecutivo del ministerio de Agricultura, admitió que existe “recelo” de que se cierren mercados, pero afirmó que las irregularidades detectadas constituyen un “hecho aislado” dentro del “robusto” sistema de vigilancia sanitaria brasileño.

“No se puede colocar en jaque el sistema entero por la conducta de una minoría”, alegó Novacki, quien aseguró que todos las exportaciones brasileñas son fiscalizadas también al llegar a otros países, por lo que descarta que cualquier producto adulterado llegue a ser distribuido en el exterior.