Las autoridades mexicanas advirtieron a las estadounidenses que no recibirán a emigrantes deportados originarios de otros países como pretende Estados Unidos, aseguró este viernes el ministro de Gobernación (Interior), Miguel Angel Osorio Chong.

“A los otros migrantes (de distintos países) no podemos recibirlos. Fuimos muy claros en ese sentido y no los vamos a recibir, no los pueden dejar ahí en los límites porque los tendríamos que rechazar, no hay posibilidad de que sean recibidos por parte de México”, dijo Osorio Chong a la mexicana Radio Fórmula.

La víspera Osorio Chong se había reunido, junto al canciller mexicano Luis Videgaray, con los secretarios estadounidenses de Seguridad Interior, John Kelly, y de Estado, Rex Tillerson, de visita en la capital mexicana.

El martes, el departamento estadounidense de Seguridad Interior había dado instrucciones de deportar a indocumentados al país por el que entraron sin importar su nacionalidad, precisando que podría haber sanciones si esas naciones, es decir México y Canadá, se niegan a cooperar.

“Les dejamos claro que ni nuestras leyes, ni nuestros procesos ni nuestras capacidades podrían ayudar. Y no sólo eso, nos pidieron que mientras siguen su proceso legal allá estén acá. Les dijimos que nosotros no podemos tenerlos aquí de ninguna manera (…). No podemos hacer una antesala para los que quieren llegar a Estados Unidos”, subrayó Osorio.

Explicó que ya se han dado casos similares, como los más de 3.500 haitianos y africanos que están varados desde hace meses en las fronterizas Tijuana y Mexicali y que ingresaron ilegalmente a México en un intento de llegar a Estados Unidos.

“Están ahí por un preacuerdo (con la anterior administración estadounidense de Barack Obama) de que iban a pasar a Estados Unidos y hoy no lo hay. Estamos viendo como regresan a sus países”, añadió, señalando que estos emigrantes no han solicitado refugio en México.

Kelly y Tillerson realizaron una visita de día y medio con la misión de distender la relación con México y discutir espinosos temas como la migración, el muro fronterizo que el presidente Donald Trump pretende construir con financiamiento mexicano y el libre comercio.

Pero la visita estuvo presidida de declaraciones de Trump según las cuales están siendo expulsados “tipos malos” de Estados Unidos, jefes del narcotráfico y las pandillas, a un ritmo nunca antes visto.

Horas después, Kelly intentó bajar el tono al asegurar ante los mexicanos que no habrá deportaciones masivas ni las fuerzas militares participarán en tareas migratorias.

Se estima que cada año unos 200.000 emigrantes indocumentados, la mayoría centroamericanos, tratan de cruzar desde México hacia Estados Unidos, una travesía en la que son víctima de abusos y agresiones por parte de autoridades y criminales e incluso muchos son asesinados.