La expresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, denunció ante la justicia haber sido víctima de “una maniobra de carácter criminal” a raíz de la filtración de una charla telefónica privada con su exjefe de inteligencia, Oscar Parrilli, cuando ya estaban fuera del gobierno.

“Nos encontramos frente a una maniobra de carácter criminal, que pone al descubierto, de manera más fidedigna, el componente mafioso que vincula a sectores de poder político, con algunos estamentos de la justicia federal, todo ellos con la participación, articulación y protección de los medios hegemónicos de comunicación”, planteó Kirchner.

La exmandataria hizo esta afirmación en un escrito que presentó en los tribunales de la provincia sureña de Santa Cruz, donde reside.

Además, denunció la filtración de la charla que mantuvo el 11 de julio de 2016 con su hombre de confianza y aseguró que, desde que dejó el gobierno el 10 de diciembre de 2015, viene “siendo objeto de una feroz campaña de persecución política, mediática y judicial“.

En el escrito, recordó que el actual presidente, Mauricio Macri, estuvo procesado por escuchas ilegales cuando era alcalde de Buenos Aires, entre otros, a un familiar de una víctima del atentado al centro judío AMIA que dejó 85 muertos en 1994.

“Solo tras el cambio de Gobierno y merced a la existencia del pacto político, judicial y mediático, el ingeniero Macri terminó siendo sobreseído por la justicia federal, al día siguiente de que asumiera la Presidencia de la Nación, pese a que quedo plenamente acreditado la existencia del sistema de escuchas ilegales”, agregó.

Parrilli tenía su teléfono intervenido por una orden de un juez que investigaba, supuestamente, por no haber hecho lo suficiente para la detención de un prófugo famoso.

Tras la divulgación de la conversación de Kirchner, el fiscal Guillermo Marijuan abrió una investigación por “abuso de autoridad” contra la exmandataria.

En esa charla, Kirchner le dice a Parrilli que “hay que buscar todas las causas que le armamos, no que le armamos, que lo denunciamos”, en alusión al otrora poderoso espía Jaime Stusio, quien ese día había dado una entrevista con críticas y acusaciones a su gobierno.

Parrilli había hecho varias denuncias que involucraban a Stiuso pero sin que avancen en la justicia.

“A ese tipo hay que matarlo”, se escucha que dijo la exmandataria a Parrilli, una expresión muy utilizada coloquialmente en Argentina y que, de acuerdo a la charla, quiso decir refutarlo con argumentos sólidos, pero que Marijuan interpretó literalmente ya que dijo que evaluaba denunciarla por intento de asesinato o amenazas.

El abogado de Stiuso dijo que su cliente se sintió “amenazado” y podría presentarse como querellante contra Kirchner.