Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, entre otros organismos de derechos humanos, calificaron este martes de “provocación” y “agravio” la decisión del gobierno de Mauricio Macri de convertir en un feriado movible del Día de la Memoria, que recuerda la dictadura (1976/83).

El régimen de feriados fue cambiado el lunes por un Decreto Presidencial de Necesidad y Urgencia (DNU), por el cual se suprimen todos los feriados puentes, dispuestos para promover el turismo, mientras que casi todos los feriados serán trasladados al lunes anterior o posterior si caen en otro día de la semana laboral.

El 24 de marzo, día del golpe de Estado que en 1976 instauró la sangrienta dictadura que dejó 30.000 desaparecidos, fue transformado en feriado nacional en 2005 y era una fecha inamovible, más allá del día de la semana en que cayera.

“Todo los días nos levantamos con una provocación”, declaró a Radio Del Plata, Estela Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, sobre la medida de Macri que afecta también el 2 de abril, Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas de 1982.

Cada 24 de marzo, se realizan multitudinarias marchas en el centro de Buenos Aires y en varias ciudades del país, en memoria de las víctimas de la última dictadura y renueva un reclamo de justicia.

No es una fecha cualquiera, es una fecha que marcó 30.000 vidas” dijo Carlotto y agregó “duele mucho, indigna, pero no baja el ánimo de seguir reclamando”.

Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, calificó la medida de “insólita pero para nada inesperada”.

“Es un nuevo agravio de Macri que ofende a la memoria de nuestros hijos, de los 30 mil (desaparecidos), del genocidio que ocurrió acá, en la Argentina. Es tremendo y lo repudiamos totalmente“, afirmó Almeida.

Los organismos de derechos humanos vienen cuestionando al gobierno. La relación se enrareció más luego de que Macri desconociera el número de desaparecidos, estimados en 30.000 por las entidades humanitarias.

También rechazaron cuando Macri se refirió a la dictadura como “guerra sucia”, término empleado en Estados Unidos en la década de 1970 y se refiere al enfrentamiento entre dos bandos, algo rechazado por la justicia argentina que convalidó que hubo crímenes de lesa humanidad en el marco de un plan de “terrorismo de Estado”.