Un sacerdote reportado como desaparecido la semana pasada fue encontrado muerto, informó el jueves la diócesis de Saltillo, del estado mexicano de Coahuila, fronterizo con Estados Unidos.

La desaparición del sacerdote Joaquín Hernández fue reportada el sábado pasado por autoridades religiosas de Saltillo, una de las zonas más sacudidas por la violencia derivada del narcotráfico.

“Confirmamos con profunda tristeza que nuestro hermano Joaquín Hernández Sifuentes, a quien no nos cansábamos de buscar con la enorme esperanza de encontrarlo con vida”, fue encontrado muerto, reportó sin dar más detalles la diócesis, con base en información de las autoridades.

La Unidad Especializada Antisecuestros de la Agencia Estatal de Investigación del estado de Nuevo León, vecino de Coahuila, informó el jueves que encontró el auto del sacerdote a unos metros de un arroyo del municipio de Santa Catarina.

El sacerdote debía iniciar un viaje de vacaciones el martes para presentarse el sábado pasado de regreso en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús.

La diócesis reportó la semana pasada que la mañana de ese martes 3 de enero un vecino de esa iglesia observó a dos jóvenes que se llevaban el automóvil del sacerdote.

Un fraile encontró en la habitación del sacerdote sus gafas y el equipaje que, se presume, preparaba para salir de viaje en sus vacaciones.

La violencia contra miembros de la Iglesia católica en México se ha multiplicado en los últimos años y ya suman al menos 15 sacerdotes, un seminarista y un sacristán asesinados, según recuentos del Centro Católico Multimedial, que monitorea la violencia contra los clérigos.

En septiembre tres sacerdotes católicos fueron asesinados en la misma semana: dos en Veracruz (este) y otro en Michoacán (oeste).

En noviembre, el secuestro de un sacerdote desató violentas protestas en el poblado de Catemaco, en el estado de Veracruz. El religioso estuvo cautivo dos días y fue encontrado con lesiones de tortura.