El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, prorrogó hasta el 20 de enero la vigencia del billete de 100 bolívares, el de mayor valor y circulación, coincidiendo con la llegada del primer cargamento de los de 20.000 bolívares, los más altos del nuevo cono monetario.

“He decidido por decreto la extensión hasta el 20 de enero de la vigencia de los billetes de 100 bolívares (…) para que todo el mundo pase su fin de año tranquilito”, dijo Maduro este jueves, en cadena de radio y televisión.

Esta es la segunda prórroga que hace el gobernante socialista de la validez del billete de 100, que equivale a 0,15 dólares a la tasa oficial más alta y con el cual se puede comprar si acaso un caramelo.

Maduro sacó de la calle los 100 bolívares el 15 de diciembre, pero tres días después amplió su vigencia hasta el 2 de enero porque retrasos en la entrada en circulación del nuevo cono monetario provocaron graves disturbios por la falta de efectivo, con saldo de cuatro muertos y cientos de comercios saqueados.

Poco antes del anuncio del mandatario sobre la nueva prórroga, llegó al aeropuerto internacional de Maiquetía, procedente de Malta, el primer cargamento de billetes de 20.000 y de 5.000 bolívares.

De 20.000 bolívares han llegado 2,9 millones de piezas por un valor de 58.000 millones de bolívares, y de 5.000 bolívares han llegado 4,5 millones de piezas por un valor de 22.500 millones de bolívares”, detalló José Khan, vicepresidente del Banco Central.

Khan anunció además, en la televisión estatal, que 60 millones de piezas del billete de 500 bolívares llegaron a Venezuela en días pasados.

Sin embargo, estos billetes todavía no llegan a los bolsillos de los venezolanos, aunque ya comenzaron a circular las monedas de 50 bolívares.

Se anunciará en el mes de enero el día exacto en el que salgan los nuevos billetes a la calle“, aseguró Maduro en su alocución, desde el palacio de gobierno.

La actualización del cono monetario fue anunciada a principios de diciembre, dada la fuerte devaluación de la moneda local y la inflación, la más alta del mundo (475% en 2016 según el FMI).