El mercado de pirotecnia de Tultepec, el más grande de México, amaneció este miércoles entre ruinas calcinadas tras la potente explosión que dejó al menos 31 muertos y 60 heridos, mientras las autoridades batallaban para identificar a todas las víctimas y explicar el origen de la tragedia.

El mercado, conocido como San Pablito y localizado a las afueras de Ciudad de México, era custodiado por cientos de policías con armas largas en todas sus puertas, mientras las autoridades buscan a 12 personas desaparecidas e intentan identificar todos los cadáveres.

Alejandro Gómez, fiscal del estado de México -al que pertenece Tultepec-, dijo que entre los muertos hay 14 hombres y 16 mujeres, de los cuales ocho eran menores de edad.

Pero hay otros “restos que todavía es preciso tratar de identificar”, aseguró en entrevista con Televisa, al añadir que solo 13 de los 31 cuerpos han sido reconocidos.

Desde el martes, cuando se registró la explosión, expertos forenses practican análisis genéticos a los cuerpos ya que en “prácticamente la mayoría no hay posibilidad” de identificarlos, dijo el gobernador del estado de México, Eruviel Ávila.

Según Gómez, aún quedan 60 lesionados, de los cuales 47 permanecen hospitalizados.

El martes, las autoridades habían contabilizado 72 heridos y señalaron que entre ellos había tres menores con quemaduras graves que serían trasladados a un hospital de Galveston, Estados Unidos, especializado en tratamientos de quemados.

En shock

“¡Visítanos! Abrimos todos los días del año. Contamos con todas las medidas de seguridad”, dice un gran letrero a la entrada del mercado.

Pero este miércoles, los más de 300 locales ya calcinados fueron cercados con una cinta amarilla con la leyenda “Prohibido el paso”, mientras decenas de peritos escudriñaban las ruinas y grupos de trabajadores removían los escombros.

Un par de ambulancias y dos camiones de bomberos fueron desplegados al lugar. También llegaron elementos del Ejército, la autoridad encargada de entregar los permisos de venta de pirotecnia.

Los pobladores de las cercanías del mercado, aún conmocionados, contaron a la AFP sus impresiones.

“Pensé que mi casa se había caído”, dice aliviado Artemio Aguilar, mientras recolecta pedazos de cohetes entre la maleza que rodea su vivienda de tabiques.

Luis Hernández, un joven de 26 años que desde los 12 trabaja con fuegos artificiales junto al mercado, creyó que no viviría para contarlo.

“La gente corría, los niños gritaban, había mucha gente quemada que caminaba sin saber qué hacer y nosotros tampoco sabíamos qué hacer. Teníamos miedo de que siguieran las explosiones”, narró con la mirada fija en las ruinas quemadas.

La explosión se registró la tarde del martes en momentos de gran actividad, con gente comprando cohetes para las fiestas decembrinas.

Según las autoridades, 26 personas murieron en el lugar y cinco en hospitales, mientras que varias viviendas cercanas y automóviles resultaron dañados por la onda expansiva.

Causas indeterminadas

La fiscalía general inició una investigación para determinar las causas de la deflagración, que se suscitó por “seis explosiones de pirotecnia”.

Pero según el fiscal Gómez, las causas de la tragedia aún no se esclarecen.

“No tengo ahora una hipótesis (…) nuestra prioridad ha sido atender a los heridos, levantamiento de los cuerpos y atender la emergencia”, dijo.

Algunos pobladores de Tultepec dijeron a la AFP que, aparentemente, a alguien se le cayó una “bomba”, un fuego de artificio con las dimensiones de una pelota de tenis y que, al encenderla, ilumina el cielo con coloridos círculos.

Otra de las hipótesis es que un cohete se encendió en un local y provocó una reacción en cadena.

Esta última teoría “no la hemos podido corroborar porque el local donde esto pudo haber ocurrido, lamentablemente la persona que atendía este local es una de las fallecidas”, dijo Gómez.

Según el funcionario, expertos estatales y federales llevarán a cabo varias pericias, entre ellas de criminalística de campo, fotografía forense, y peritajes de siniestros, incendios y explosivos.

Tristemente, este mercado ya ha vivido años atrás este tipo de incidentes.

El 15 de septiembre de 2005, cuando también se comercializaban grandes cantidades de fuegos artificiales por la fiesta de Independencia, un incendio y explosiones consumieron el mercado en su totalidad.

Al año siguiente, otra explosión destruyó más de 200 puestos. Ambos incidentes dejaron decenas de lesionados pero sin víctimas mortales.