El cirujano mendocino Carlos Arzuza fue detenido la semana pasada en Argentina tras ser acusado de operar en una clínica sin autorización a una mujer, que falleció dos días después de la intervención quirúrgica.

Arzuza le hizo una lipoaspiración y un implante de glúteos a Beatriz Gattari, de 48 años, quien dos días después murió a causa de problemas surgidos por la operación, consignó diario Clarín de Argentina.

Los exámenes forenses realizados al cuerpo de Gattari concluyeron que el deceso se produjo por fallos durante las operaciones que se realizó la mujer, por lo cual la policía allanó la clínica clandestina y arrestó al cirujano y a su asistente, una ciudadana rumana de 39 años, llamada Laura Dutta.

El médico ya tenía antecedentes de “mala praxis“, pues según se ha conocido durante el transcurso de la investigación.

En 2013 fue detenido -junto a otro cirujano- por la muerte de un hombre a quien no se le aplicó de forma correcta la anestesia tras una lipoaspiración, pero quedó en libertad después del pago de una fianza.

Igualmente, por este caso deberá enfrentar a la justicia el próximo 16 de febrero, en un juicio donde se resolverá su participación en la muerte de su paciente, señala diario Uno de Argentina.

“Llamativa detención”

Pero hubo un hecho que llamó profundamente la atención cuando Arzuza fue capturado por la policía, pues según indica Clarín, el médico fue detenido después de operarse el pene.

El cirujano se había realizado hace unas horas un “alargamiento peneano“, el cual de acuerdo al citado medio, también salió mal.