El presidente de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, destacó la noche del martes la lucha contra las violentas pandillas y al narcotráfico en el año que está por finalizar.

“Nuestra prioridad ha sido trabajar sin descanso por llevar tranquilidad a todo el país, combatiendo a los grupos criminales que se lucran con el dolor de las familias”, aseguró el mandatario durante un mensaje en cadena nacional de radio y televisión.

El gobernante proclamó que fueron desarticuladas 271 estructuras de pandillas, además de neutralizar a 20 grupos de narcotráfico a quienes se les incautó droga valorada en más de 230 millones de dólares.

Al hacer un balance de la criminalidad, Sánchez Cerén aseguró que, en comparación con el año pasado, el país tendrá una reducción aproximada de 1.200 homicidios.

El Salvador es considerado uno los países sin guerra más violentos del mundo, con un promedio de 15 homicidios por día.

El gobernante comentó que buscó soluciones “integrales y regionales” al instaurar junto a Guatemala y Honduras una fuerza trinacional para “atacar” y controlar “el crimen transnacional” en las fronteras.

En el campo económico, el presidente salvadoreño destacó que se cierra el año con un crecimiento del 2,5%, “el más alto en los últimos 16 años” de la economía dolarizada.

Pero también reconoció que el país pasa por una “grave crisis de liquidez”.

“Enfrentamos una grave crisis de liquidez del Estado generada por las equivocadas acciones del pasado, como la privatización de las pensiones, la corrupción, el endeudamiento irresponsable y la baja recaudación provocada por la evasión y la elusión fiscal”, indicó.

El presidente celebró el diálogo que permitió aprobar la emisión de títulos valores por 550 millones de dólares, aunque para salir de la crisis de liquidez se deben completar 1.200 millones de dólares.