El gerente general de la aerolínea boliviana Lamia, Gustavo Vargas, cuya nave cayó en Colombia con la delegación del club Chapecoense a bordo, fue detenido junto con otros dos funcionarios de la firma, informó la Fiscalía.

Vargas fue trasladado hasta las oficinas de la Fiscalía Departamental de Santa Cruz (este). El fiscal Iván Quintanilla, miembro de la comisión que investiga a Lamia, ya había adelantado más temprano que emitió orden de aprehensión para implicados en el caso.

“Con fines investigativos fueron arrestados (además de Vargas) la secretaria y el mecánico de la empresa, si hay elementos e indicios que se puedan relacionar dentro del presente caso, el Ministerio Público aplicará el Código Penal, si no, se ordenará el cese de arresto”, explicó Quintanilla a la prensa, según detalló el portal de internet del diario Los Tiempos.

Lee también: Revelan video de rescate de uno de los sobrevivientes del accidente del Chapecoense

La Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) retiró documentación de las oficinas de Lamia, que están intervenidas por las autoridades, según reportes de prensa.

Lamia es investigada por supuestas responsabilidades en el accidente del avión que cayó en Medellín con 77 personas a bordo, dejando un saldo de 71 muertos -entre ellos los jugadores del Chapecoense- y 6 sobrevivientes.

El propio Vargas había admitido días antes al diario Página Siete que la nave, un BA-146 modelo RJ85, debió haberse reabastecido de combustible en el poblado boliviano de Cobija, en el extremo norte del país, para continuar su ruta hacia Colombia.

Lee también: No debía volar: Servicio boliviano advirtió que plan de vuelo de LaMia no era adecuado

Bolivia encontró indicios de irregularidades en el funcionamiento y operaciones del Lamia, según el ministro de Obras Públicas y Servicios, Milton Claros. Como primera medida destituyó a altos funcionarios aeronáuticos.

Una de las principales hipótesis que se maneja es que el avión se precipitó a tierra porque se quedó sin combustible a poco de llegar al aeropuerto de Rionegro, que sirve a Medellín. La funcionaria que aprobó el plan de vuelo pese a que supuestamente había observado problemas en la cantidad de combustible, pidió refugio en Brasil.