Bolivia solicitó a organismos internacionales estudiar los daños económicos que provocan los constantes paros en puertos chilenos, por donde fluye su comercio, para preparar una demanda por resarcimientos, dijo este domingo la cancillería, en medio de contradicciones bilaterales sobre trabas al transporte.

“Hemos encargado a estos organismos internacionales estudios independientes, hay instituciones especializadas, por ejemplo la Cepal, hay varias instituciones que están realizando estudios sobre el daño económico de los paros laborales en los puertos de Arica y Antofagasta, sobre el océano Pacífico y en la frontera”, afirmó el canciller David Choquehuanca.

Bolivia asegura que de 2010 a 2014 se registraron en los puertos de Chile un total de 146 días de huelgas laborales por diferentes motivos, los que afectaron el movimiento de su nutrida carga de importación y exportación, generando daños económicos.

Insistió que esos problemas son un incumplimiento al Tratado de Paz de 1904, por el que Chile le garantiza libre tránsito.

Santiago calificó el sábado de infundadas las acusaciones vertidas por el gobierno boliviano, que han señalado que un paro de trabajadores de aduana y de control sanitario paralizó el tránsito fronterizo, pues dijo que los empleados realizaron turnos para permitir el tránsito de los transportistas.

Choquehuanca señaló a la red de medios gubernamentales que el propósito de esos estudios es que “nos den datos sobre los costos que están ocasionando estos paros, porque tiene que haber una reparación económica”.

Consultado sobre qué vías se usarían para reclamar a Chile por daños económicos, el jefe de la diplomacia boliviana precisó que aún no tiene “el camino”, pero “deben haber opciones y alternativas donde podemos acudir o puede ser parte de una demanda mayor, donde se incorporarán estos estudios”.

Bolivia presentó en 2013 una demanda ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya para obligar a Chile a negociar una salida soberana al mar en su favor. Por su parte, el gobierno de Santiago se querelló en junio pasado ante el mismo tribunal por el uso de las aguas fronterizas del Silala.

Ambos países rompieron relaciones diplomáticas en 1978, tras un frustrado intento bilateral para que Chile le resuelva a Bolivia su enclaustramiento marítimo, el que padece desde fines del Siglo XIX, por una guerra.