El líder opositor boliviano Samuel Doria Medina recibió el viernes la ayuda de la embajada de Estados Unidos, en un proceso por presunta transferencia irregular de fondos de la cooperación internacional, cuando era ministro de Planificación en los años 90.

Doria Medina deberá comparecer ante un juez el 3 de noviembre para explicar la transferencia a una fundación particular de 21 millones de dólares, mientras la fiscalía pidió su detención preventiva.

La embajada norteamericana certificó, a pedido de Doria Medina, que “fue requisito de nuestro gobierno para la condonación del proyecto FOCAS (de fomento a pequeñas empresas) la transferencia de estos recursos a una Fundación privada sin fines de lucro”.

Bolivia tenía una deuda con Estados Unidos por el programa FOCAS, y, según ha dicho el propio Doria a la prensa, para condonarla, el acreedor pidió que se transfieran los recursos asignados para ese plan a una organización llamada Funda-Pro.

Según la nota, suscrita por Peter Brennan, encargado de negocios de la embajada estadounidense, el directorio de esa fundación privada “estuvo a cargo de USAID (Agencia para el Desarrollo Internacional de EEUU) y la CAF” (Corporación Andina de Fomento).

“Tampoco hemos encontrado algún elemento que implicó algún tipo de pérdida para el Estado boliviano”, agregó Brennan.

El vicepresidente Álvaro García sostuvo al respecto que “ninguna embajada del mundo está por encima de las leyes bolivianas, un documento de la embajada norteamericana no es ley (…), para nosotros es una simple hoja sin valor legal alguno”.

Al contrario, “este aval norteamericano a destiempo hunde más al señor Doria Medina, no existe ningún documento (de la época) cuando sucedió esa transferencia de los recursos de los bolivianos a una pequeña pandilla de privados, donde el gobierno norteamericano haya exigido, en los años 91, 92 y 93, que suceda esto como condición para condonar”.

El político y empresario, que fue ministro de Planificación en 1992, fue acusado ante una sala penal del Tribunal Supremo de Justicia por la supuesta comisión de los delitos de incumplimiento de deberes, contratos lesivos al Estado y conducta antieconómica.

Doria Medina se perfila como candidato presidencial en 2019, elecciones en la que Morales no puede participar por impedimento constitucional, aunque sus adherentes buscan la forma de viabilizar su postulación.

El empresario de los sectores hotelero e inmobiliario fue derrotado por Morales en las elecciones de 2005, 2009 y 2015.