Las autoridades brasileñas informaron que hasta la mañana del martes habían recapturado a 50 de los 55 presos que se fugaron la víspera de la unidad psiquiátrica de la prisión Franco da Rocha, en las afueras de Sao Paulo.

La policía “sigue en la búsqueda” de los otros cinco presos y abrió una investigación sobre el caso, indicó la Secretaría de Administración Penitenciaria (SAP) en un comunicado.

El motín “empezó en el hospital psiquiátrico del penal y varios internos se dieron a la fuga“, explicó la policía la noche del lunes, sin reportar muertos o heridos.

Un grupos de presos prendió fuego a siete pabellones del centro, para resistir al traslado de cinco de ellos que aparentemente extorsionaban a familiares de otros detenidos, según reportó la prensa local.

A diferencia de la mayoría de hacinadas prisiones de Brasil, Franco da Rocha tiene una capacidad para 594 reclusos pero actualmente sólo alberga a 446.

Los motines y la violencia son muy frecuentes en el desbordado sistema penitenciario brasileño.

Entre domingo y lunes, enfrentamientos brutales entre las dos grandes facciones del crimen organizado del país dejaron 18 muertos en dos prisiones de la región amazónica; algunos de los fallecidos fueron decapitados y otros quemados vivos.

Organizaciones de defensa de los derechos humanos llaman la atención habitualmente a las autoridades de Brasil sobre las condiciones de detención deplorables que prevalecen en las cárceles del país.