10 presos murieron este domingo en enfrentamientos entre facciones rivales en una cárcel del estado amazónico de Roraima, en el norte de Brasil, informó el sitio de noticias G1 citando fuentes oficiales.

En un principio, un capitán del Batallón de Operaciones Especiales de la policía (Bope), señaló que el motín había dejado un saldo de 25 muertos (7 decapitados y 6 quemados), pero autoridades de gobierno rectificaron esta información.

“Hubo 10 muertos y no 25, siete de ellos carbonizados y otros tres decapitados”, dijo este lunes a la AFP la encargada de prensa del gobierno de Roraima, Jessica Laurie, que precisó que ocho presos también resultaron levemente lesionados.

Los internos “estaban armados con piedras y pedazos de madera que arrancaron de los muros y con estos pedazos decapitaron a sus rivales. Fue algo brutal”, manifestó.

El secretario de Justicia y Ciudadanía de Roraima, Uziel Castro, informó que unos cien familiares de los detenidos habían sido tomados como rehenes en los enfrentamientos que ocurrieron por la tarde, durante el horario de visita.

Los amotinados exigían la presencia de una jueza de un tribunal penal, pero efectivos del Bope ingresaron al recinto, liberaron a los rehenes y controlaron la rebelión hacia el anochecer.

“Todos los rehenes ya fueron liberados”, declaró el secretario citado por G1, quien explicó que la gran mayoría eran mujeres.

Los choques comenzaron cuando presos de un pabellón invadieron otra de las alas de esta cárcel, la mayor de Boa Vista, que está a unos 3.400 km de Rio de Janeiro.