Una directriz del ministerio de Educación de Costa Rica que aconseja cantar el himno de Nicaragua en escuelas con alta concentración de migrantes nicaragüenses, desató este viernes una exaltada polémica en medios políticos y en redes sociales.
La media aconseja que se invite a los niños de escuelas del sector oeste de San José que se entone el himno nacional del vecino país el último día de septiembre, cuando se cierran las celebraciones de la independencia centroamericana.
Esta orden, firmada por un director regional del ministerio de Educación, generó la crítica de políticos opositores y un intenso debate en redes sociales, con opiniones encontradas entre apoyos y rechazos.
La diputada Sandra Piszk, del opositor Partido Liberación Nacional (PLN), calificó la directriz como “un irrespeto” para los mismos migrantes, “que llegaron a este país aspirando a incorporarse y a integrarse a nuestra población costarricense”.
La también opositora Rosibel Ramos, del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), fue un poco más allá y aseguró que “es una muestra más” de la intención del gobierno del presidente Luis Guillermo Solís de acercarse al bloque de países integrantes del ALBA, que lidera Venezuela y del que Nicaragua es parte.
La diputada trajo a colación el gesto de Solís de retirarse de la asamblea general de la ONU el pasado martes, cuando se disponía a dar su mensaje el presidente de Brasil, Michel Temer.
En redes sociales se confrontaron las opiniones de quienes deploraron la normativa y quienes la alabaron por considerar que es un gesto de tolerancia muy conveniente en un país en donde un quinto o más de la población es de origen nicaragüense.
La ministra de Educación, Sonia Mora, quien inicialmente defendió la medida, aclaró más tarde que la decisión no le había sido consultada y que -aunque no se pronunciaba en contra- debía precisarse en qué escuelas se cantaría el himno de Nicaragua.
Una serie de conflictos limítrofes han tensado las relaciones entre Costa Rica y Nicaragua en los últimos años.
En diciembre pasado, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) falló un litigio bilateral reconociendo a Costa Rica la soberanía sobre un pequeño territorio fronterizo, de unos 3 km2, que reclamaba Nicaragua, en tanto está pendiente una decisión sobre los límites marítimos entre los dos países.
