La fiscalía brasileña recurrió a “un discurso farsesco” para acusar al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva de haber comandado el gigantesco esquema de corrupción de Petrobras, afirmó este miércoles en Sao Paulo su abogado.

La denuncia en sí misma se perdió en un deplorable espectáculo de verborragia“, aseguró el letrado Cristiano Zanin Marins para quien, por falta de pruebas sobre cualquier delito cometido por Lula, la fiscalía “recurrió a un discurso farsesco”.

Poco antes, el Ministerio Público había acusado al exmandatario (2003-2010) de ser el “comandante máximo” de la gigantesca red de corrupción que esquilmó millones de dólares a la petrolera estatal.

“Es una acusación de cuño político que está imponiendo a cualquier costo, de manera injusta, una condena al expresidente Lula”, valoró el abogado.

Según el jefe de los fiscales, Deltan Dallagnol, en esta causa Lula recibió unos 3,7 millones de reales (1,1 millones de dólares al cambio actual) “en sobornos pagados disimuladamente”.

En el punto de mira, volvía a estar la reforma de un apartamento trípex en un balneario del litoral de Sao Paulo, que según los investigadores fue financiada por la constructora OAS, una de las principales involucradas en la trama político-empresarial de sobornos en Petrobras.

Aunque el expresidente ya había negado en varias ocasiones que el inmueble fuera suyo o de alguien de su familia, la Fiscalía le denunció tanto a él como a su mujer, Marisa Leticia Lula da Silva.

“Ese departamento nunca perteneció al expresidente Lula, que sólo estuvo una vez en el apartamento. Doña Marisa y su hijo volvieron otra vez más y manifestaron que no tenían interés en adquirirlo”, repitió Zanin.

En la misma línea en la que siempre se manifestó el líder izquierdista y su Partido de los Trabajadores (PT), el abogado vinculó la acusación de la Fiscalía  a los intereses de los enemigos del expresidente que, según él, quieren evitar que concurra a las elecciones de 2018.