El presidente colombiano Juan Manuel Santos pidió este domingo a las élites de su país que apoyaran el acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC, “imperfecto” pero preferible a sufrir más décadas de guerra.

“Estoy seguro de que el pueblo colombiano tiene inteligencia para pensar que aunque no es una paz perfecta esto es mejor que 20 o 30 años más de guerra”, declara Santos en una entrevista con el diario El País.

Según el acuerdo anunciado el 25 de agosto tras cuatro años de negociaciones, el desarme de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) debería concluir en 180 días.

El acuerdo será firmado el 26 de septiembre y sometido a referéndum el 2 de octubre.

Las partes también concertaron la forma de juzgar a militares y rebeldes acusados de los crímenes más graves durante un conflicto que ha dejado oficialmente 260.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6,9 millones de desplazados.

La amnistía está prevista para quienes hayan cometido los actos menos graves, como rebelión o posesión ilegal de armas.

Las críticas al acuerdo también han estado presentes, especialmente por parte del predecesor de Santos, el conservador Álvaro Uribe (2002-2010), opuesto al acuerdo porque según él, garantiza la impunidad de altos responsables de la guerrilla.

El tribunal que será creado para juzgar los crímenes más graves “tiene que trabajar con mucha eficiencia y abordar en primera instancia los casos más significativos para generar credibilidad y que la gente perciba que se está aplicando la justicia. Pero no nos engañemos: poder impartir veredictos sobre todos y cada uno de los casos de 52 años de guerra es imposible”, declara Santos llamando al “pragmatismo”.

“La actitud de las víctimas ha sido una de las grandes lecciones de este proceso. Pensé que iban a ser los más duros y han sido los más generosos, los más dispuestos a perdonar”, añade el presidente colombiano.

“No entiendo cómo mis compañeros de élite, porque yo pertenezco a ella, soy miembro de los clubes más exclusivos de la capital, se dejan desinformar sobre los beneficios de la paz”, continúa.

“Me siento a veces triste de que exista gente que después de tener la información no entienda la importancia de dar este paso para dejarle a todos nuestros hijos un país más tranquilo”, agrega.

El proceso de negociación “ha sido difícil, pero construir la paz va a ser aún más complicado”, admite el presidente colombiano a El País. Pese a ello, el acuerdo “cambiará la historia de Colombia”.