Luego que Dilam Rousseff fuera destituida de la presidencia de Brasil por decisión del Senado, el presidente boliviano, Evo Morales, condenó el hecho y lo calificó como un “golpe parlamentario contra la democracia brasileña”.

A través de su cuenta de twitter, Evo Morales se refirió a la destitución y mostró claras señales de apoyo para Rousseff.

A través del mismo medio, anunció que convocaron al embajador boliviano en Brasil para “asumir las medidas que en este momento se aconsejan“. Además, cuestionó al secretario de la OEA, Luis Almagro, por aparecer “solo para defender a la derecha”.

Hasta el momento, los presidentes de Venezuela y Ecuador han manifestado su rechazo a lo que han calificado como un Golpe de Estado parlamentario.