El presidente de Bolivia, Evo Morales, expresó “profundo dolor” por el secuestro y asesinato de un viceministro a manos de mineros que bloqueaban vías, y denunció que esas protestas constituyen una “conspiración política” contra su gobierno.
Morales se reunió de madrugada con su gabinete de ministros en la Casa de Gobierno para analizar la situación social.
El viceministro Rodolfo Illanes, secuestrado ayer por mineros que cortaban una ruta en protesta por reivindicaciones laborales, fue asesinado por sus captores.
Su cuerpo fue abandonado en la carretera Oruro-La Paz envuelto en una frazada, de donde fue llevado de madrugada a una clínica para la autopsia legal.
En conversación con Radio Bío Bío, el presidente del Senado boliviano, José Alberto González, dijo que los homicidas actuaron con saña contra Illanes.
Illanes, asesor del sindicato cocalero, -del cual el mandatario es líder hace casi 30 años-, fue declarado “héroe defensor de los recursos naturales”. Además el gobierno declaró “duelo por tres días a nivel nacional sin suspensión de actividades”.
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Los mineros en protesta se oponen a la norma que permite la creación de sindicatos dentro de cooperativas, pese a que, según el gobierno, esa medida no los perjudica.
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, explicó que los mineros en realidad intentan obtener autorización para alquilar sus concesiones mineras a empresas privadas o extranjeras, algo que prohíbe expresamente la Constitución. Además, según la autoridad, intentaban acumular más espacios de poder en el Ejecutivo.
Esta mañana, en una conferencia de prensa, el presidente Evo Morales afirmó que en esa movilización había una conspiración política.
Los mineros cooperativistas ocupan cargos en el Ejecutivo, en una Superintendencia del ramo y en el Congreso, donde cuenta con senadores y diputados.
En los choques registrados en los últimos tres días, unos 20 policías resultaron heridos, y se registraron además dos mineros muertos.
