Salome Karwah, la mujer liberiana que apareció en la portada de la revista Time en noviembre de 2014 como icono de quienes sobrevivieron al Ébola, murió poco después dar a luz a su cuarto hijo.

Karwah se había convertido en un símbolo de fuerza y humanidad al superar la enfermedad y emplear su experiencia para ayudar a otros afectados por el virus.

Según su marido, el estigma de la enfermedad ha sido al final tan mortal como la propia enfermedad: “Mi esposa murió porque no fue atendida por enfermeras o médicos. Creo que la razón es que era una superviviente del Ébola”, indicó James Harris.

“Lo digo porque oí a algunas enfermeras diciendo a amigos que no se acercaran a ella”, agregó.

Dada de alta tras el parto, Karwah sufrió complicaciones, pero en el hospital solo le recomendaron un medicamento que Harris no pudo encontrar. Poco después, la mujer murió.

Liberia es uno de los países que sufrió con mayor virulencia la epidemia de Ébola que asoló varios países de África occidental en 2014, y que según cálculos conservadores infectó a unas 29.000 personas en dos años, matando a más de un tercio.

Tras recuperarse de la enfermedad, Karwah trabajó como asesora de Médicos Sin Fronteras (MSF), ayudando a otros a lidiar con las consecuencias psicológicas derivadas de la afección.

“Mi esposa salvó vidas, sostuvo a bebés que tenían ébola y les ayudó a ponerse mejor. No se merecía ese trato”, aseguró Harris.

El hospital se ha negado a comentar la muerte de Salome Karwah, pero el viceministro de Sanidad, Francis Kateh, dijo a la AFP que las autoridades estaban investigando el caso.

Muchos supervivientes de ébola siguen sufriendo problemas de discriminación, situación exacerbada por el descubrimiento de que el virus puede permanecer en ciertas partes del cuerpo hasta nueve meses después de que el paciente se haya recuperado.