Colombia registró una fuerte alza de los cultivos de coca y de la producción de cocaína en el último año, indicó la ONU este viernes al divulgar su último informe anual de monitoreo de sembradíos ilícitos.

“En dos años se han duplicado los cultivos de coca” en el país, al pasar de 48.000 hectáreas en 2013 a 96.000 hectáreas en 2015, dijo en rueda de prensa el representante en Colombia de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), Bo Mathiasen.

Según el informe “Monitoreo de territorios afectados por cultivos ilícitos 2015”, realizado en conjunto por la UNODC y el gobierno colombiano, el alza con respecto al último informe es de más de 39%, pasando de 69.000 hectáreas en 2014 a 96.000 en 2015.

“Colombia es el principal productor de la región”, agregó Mathiasen, al mencionar que Perú y Bolivia, los otros países latinoamericanos productores, suman cerca de 60.000 hectáreas.

En términos de la producción potencial de cocaína en 2015, el informe también reportó un alza importante en el último año.

Mathiasen explicó que la producción de clorhidrato de cocaína aumentó un 46% el año pasado, cuando se produjeron 646 toneladas, frente a 442 de 2014.

“Este incremento está fuertemente influenciado por el incremento del área sembrada”, apuntó el informe.

Entre las causas del incremento de los cultivos, el representante de la ONU mencionó factores climáticos, problemas de vulnerabilidad en las poblaciones que facilitan el trabajo de los grupos ilegales y reducción de la percepción de riesgo debido a la suspensión de la fumigación aérea.

El informe también destacó la amenaza que suponen los cultivos de coca para la diversidad biológica y cultural de Colombia. Así, reportó una subida de 52% de la superficie cultivada en reservas indígenas. (de 7.799 ha (hectáreas) en 2014 a 11.837 ha en 2015) y de 51% en tierras de comunidades negras (de 10.626 ha a 16.030 ha).

“Preocupante” para el gobierno

Eduardo Díaz, director de la “Estrategia Integral de Sustitución de Cultivos Ilícitos” de la Presidencia, destacó que este resultado coloca a Colombia “en una situación similar” a la de hace ocho años, cuando había 99.000 hectáreas sembradas de coca.

“Es un tema supremamente preocupante el crecimiento de los cultivos (…) porque había una tendencia clara al descenso”, dijo en la presentación del informe.

El ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, ya había adelantado en la víspera, la inquietud del gobierno ante este significativo aumento de los cultivos de coca.

Además de los factores mencionados por la ONU para explicar este fenómeno, el ministro lo atribuyó a la incertidumbre ante la inminente firma de la paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas), principal guerrilla del país y que ha hecho del narcotráfico su principal fuente de ingresos, según las autoridades.

Los cultivadores han logrado mayor productividad en sus cosechas y los grupos ilegales han conseguido organizar la protesta contra la erradicación forzosa, dijo Villegas.

El funcionario confió en que “una vez suscrito el acuerdo final con las FARC para el fin del conflicto, estos temas de cultivos ilícitos empiecen a registrar progresivamente un mejor desempeño para nuestras campañas de sustitución y erradicación”.

El nuevo enfoque del gobierno con relación a las drogas busca convertir a los guerrilleros desmovilizados en aliados de la lucha antinarcóticos.