La Iglesia católica argentina pidió este sábado a sus miembros hacer un examen de conciencia, al verse sacudida por un caso de corrupción que involucra a un exfuncionario arrestado cuando escondía 9 millones de dólares en un monasterio de Buenos Aires.

“En el último tiempo se han conocido hechos que vinculan a personas de la Iglesia en la Argentina con posibles casos de corrupción”, dice el comunicado de la Conferencia Episcopal Argentina.

Sin mencionarlo, los obispos se refieren al caso de José López, arrestado el 14 de junio cuando escondía bolsas con dinero y joyas en un monasterio en General Rodríguez, 50 km al oeste de Buenos Aries.

López (55 años) es un exviceministro de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner (2003-2015) que manejó por 12 años los contratos del Estado con empresas constructoras.

Según divulgó la prensa local, López y otros funcionarios del kirchnerismo realizaron varias visitas al monasterio, donde residen dos monjas ancianas. López aún no declaró.

“Lo que ha tomado estado público nos lleva a hacer un sincero examen de conciencia a la luz del Año de la Misericordia que estamos celebrando en la Iglesia católica. A nosotros nos interpela de una manera directa y también deseamos, para bien del pueblo de la Nación, que este mensaje llegue a todas las personas promotoras o cómplices de los delitos de corrupción”, dice el mensaje de los obispos.

El caso López ha provocado un terremoto en el opositor peronismo y principalmente en el sector del kirchnerismo (centro-izquierda).

La expresidenta ha dicho en redes sociales que no fue ella quien le dio ese dinero a López y que deben preguntarle a “la parte privada” que podría haberlo sobornado para adjudicarse obras.

López, procesado el jueves por presunto enriquecimiento ilícito y embargado por unos 14 millones de dólares, está alojado en un pabellón psiquiátrico de una cárcel de la periferia de Buenos Aires.

“Manifestamos nuestro rechazo ante cualquier acto de corrupción, público o privado, pero de manera particular a los que involucren a miembros de la Iglesia, que por su misión y servicio debieran ser testigos íntegros del Evangelio que predicamos”, sostiene el documento.

Desde el inicio del gobierno de Macri en diciembre pasado, la justicia ha acelerado causas que involucran a exfuncionarios y empresarios allegados al kirchnerismo.

La maraña de denuncias, investigaciones y acusaciones atañe desde el exvicepresidente Amado Boudou hasta el influyente exministro de Obras Públicas Julio de Vido, sin pasar por alto a la exmandataria y a su hijo Máximo Kirchner.