El presidente de Ecuador, Rafael Correa, mostró el sábado su anhelo de que la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) no de paso a la desintegración del bloque comunitario.

“Ojalá ese Brexit, esa salida de Gran Bretaña, la segunda economía más grande de la Unión Europea, no signifique el principio del fin de la Unión Europea”, declaró el gobernante con ocasión de su informe semanal de labores.

Consideró que “la situación es gravísima” y que un país abandone el bloque “es una seria afectación para la Unión Europea”.

La economía de Ecuador, cuya economía está dolarizada desde 2000, es golpeada por la caída del precio del petróleo -su principal producto de exportación- y la apreciación de la moneda estadounidense.

“Ya la economía se estaba recuperando, aumentando depósitos, mejorando actividad, y viene el referéndum británico” que aprobó la salida del Reino Unido de la UE, señaló Correa.

“Eso nos perjudica”, apuntó el mandatario, anotando que el Brexit provocó una nueva apreciaciación del dólar, un desplome de la cotización del crudo e inestabilidad en los mercados, lo que incluso aplazó una emisión de bonos ecuatorianos prevista para la próxima semana para financiar el presupuesto.

El viernes, Correa aseguró que el Brexit perjudicará a su nación por el fortalecimiento del dólar frente al euro.

“Eso tendría repercusiones a nivel de Unión Europea, a nivel económico, a nivel político, y necesarias implicaciones a nivel de mercados mundiales: debilitaría el euro frente al dólar, lo cual nos perjudica, porque ya el dólar está fortalecido y si se fortalece más perdemos competitividad”, indicó.