La detención en Paraguay de un narcotraficante de efedrina, el prófugo más buscado de Argentina, vuelve a sacudir el escenario político de este país, cuando el kirchnerismo aún parece noqueado por la captura in fraganti de un exviceministro con un botín millonario.

Ibar Pérez Corradi, un argentino de 38 años, quien fue detenido el domingo en la zona de la Triple Frontera, entre Paraguay, Brasil y Argentina, con documentos falsos y huellas digitales borradas, rechazó este martes ser extraditado a su país.

El acusado “cree que está corriendo peligro su vida allá (en Argentina) porque en la causa estarían involucradas personas muy importantes del gobierno anterior” de Cristina Kirchner (2007/2015), dijo a la prensa en Asunción el juez de garantías Julián López.

Esto significa un cambio de estrategia del detenido, ya que anteriormente sus abogados habían dicho que aceptaría ser devuelto a su país.

El juicio por extradición puede prolongarse entre 45 días a dos meses.

Prófugo desde 2012, Pérez Corradi está acusado de tráfico de efedrina y de ser el presunto autor intelectual de un triple crimen ocurrido en 2011, que conmovió a Argentina.

También está involucrado por presunto lavado de dinero en una causa por irregularidades en la compra y venta de medicamentos para servicios de salud sindicales.

En Asunción, donde se le abrió una causa por adulteración de documentos, quedó detenido en la sede de las Fuerzas de Operaciones Especiales de Paraguay.

Alias “Chiquito”, “Peludo” o “Pelado”, Pérez Corradi, un ex empleado bancario y luego empresario farmacéutico, es señalado por expertos antidrogas como uno de los principales proveedores internacionales de efedrina con destino a México.

También es requerido por la justicia de Estados Unidos por el envío de oxicodona, un derivado de la heroína.

¿Otro golpe a la oposición?

La ministra de Seguridad argentina Patricia Bullrich apuntó el lunes al exjefe de Gabinete de la expresidenta Kirchner, Aníbal Fernández. “Si yo fuera Aníbal Fernández, estaría preocupada” por la detención del prófugo, dijo Bulrrich.

Fernández había sido mencionado en una entrevista por uno de los tres sicarios condenados por el triple crimen de 2011, aunque nunca fue mencionado en el juicio.

“No me van a inventar una vida que no tuve. No lo conozco (a Pérez Corradi) ni tengo interés. No estuve ni estoy imputado en la causa” del triple crimen, afirmó Fernández.

El exjefe de gabinete dijo que en 2007, cuando era ministro del Interior, él mismo impulsó una resolución para limitar la importación de efedrina, luego de que la policía federal detectara un aumento exponencial de importación de ese alcaloide, que pasó de 6.100 a 20.400 kilos en un año.

Eugenio Burzaco, secretario de seguridad, afirmó que Pérez Corradi “conseguía permisos de importación irregulares de efedrina para triangularla a México”.

“Si él declara como corresponde, se podrá desentrañar esa madeja de criminalidad. Claramente, Pérez Corradi es el vínculo de esta organización criminal con funcionarios del gobierno anterior”, advirtió el funcionario.

El caso de la efedrina vuelve a poner la mira en el anterior gobierno, que sufrió un verdadero terremoto la semana pasada cuando fue apresado el exsecretario de Obras Públicas de Kirchner, José López, cuando arrojaba bolsos con casi 9 millones de dólares adentro de un monasterio donde solo vivían dos monjas ancianas, en la localidad de General Rodríguez.

El triple crimen

En febrero pasado, una fallida detención de Pérez Corradi había sido anunciada con bombos y platillos por el gobierno del presidente Mauricio Macri.

En aquel momento, la fuga y recaptura de tres sicarios de una cárcel de máxima seguridad había puesto en jaque al gobierno asumido el 10 de diciembre.

En enero, tras una persecución con ribetes de película de clase ‘b’ que mantuvo dos semanas en vilo a los argentinos, los sicarios fueron recapturados.

Los tres hombres fueron condenados por los homicidios en 2011 de los empresarios Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina, quienes habrían intentado quedarse con el negocio ilegal de la efedrina. Aparecieron muertos en una ruta en la localidad de General Rodríguez, 50 km al oeste de la Capital.

Pérez Corradi está acusado de ser el autor intelectual de esos crímenes.

La efedrina es un precursor químico utilizado con fines medicinales pero también usado para la fabricación de anfetaminas, y desde mediados de la década pasada tenía un importante mercado en México.