Tras disfrutar de unas vacaciones de ensueño en las islas Vírgenes, Michelle y Barack Obama regresaron a Washington (EE.UU.) luciendo más relajados que nunca.

A su llegada a la ciudad, la pareja visitó la Galería de Arte Nacional donde inmediatamente llamaron la atención, pero a diferencia de otras ocasiones donde es la ex Primera Dama quien se roba las miradas por sus siempre acertados atuendos, esta vez fue el ex Presidente el que se llenó de piropos.

Obama llegó con gafas oscuras, jeans y una chaqueta de cuero café, que nos hizo recordar al look que llevaba cuando era un estudiante de derecho en la Universidad de Harvard. Su informal look hizo que las redes sociales explotaran con halagos y probablemente más de uno intentará copiar su estilo.

Por su parte, Michelle apareció vestida completamente de negro con unos pantalones ajustados, una polera de cuello alto y un chaleco del mismo tono.

La aparición de Obama se da en medio de la polémica que generó Donald Trump al acusar al expresidente de haber intervenido sus teléfonos, sin mencionar ninguna prueba de ello.

Terrible! Me acabo de enterar que Obama pinchó mis líneas en la Trump Tower justo antes de la victoria”, escribió el actual presidente de EE.UU. en Twitter. “Esto es McCartismo”, agregó tras partir de Washington a su propiedad Mar-a-Lago en Florida.

“Cuán bajo ha caído el presidente Obama para pinchar mis teléfonos durante el muy sagrado proceso electoral. Esto es Nixon/Watergate. Mal tipo (o enfermo)!”, señaló en otro tuit.

Por su parte, un portavoz de Obama salió a desmentir los dichos de Trump. “Ni el presidente Obama ni ningún funcionario de la Casa Blanca ordenaron espiar a ningún ciudadano estadounidense”, dijo Kevin Lewis en un comunicado.

Tras visitar Washington, Obama pasó a Nueva York donde fue ovacionado por los peatones.

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